El ladrón amenazó con una pistola al empleado de la sucursal y se llevó una considerable cantidad de dinero
29 abr 2022 . Actualizado a las 18:33 h.La Guardia Civil busca a un ladrón que atracó a punta de pistola la única sucursal bancaria de Folgoso do Courel. El suceso ocurrió el miércoles a última hora de la mañana, poco antes de la hora en que la sucursal asaltada cierra al público. El atracador no se puso un pasamontañas ni una capucha para ocultar su cara, sino que le bastó con llevar puesta una mascarilla.
El atracador esperó a que fuesen cerca de las dos de la tarde para entrar en la oficina que la Caixa Rural tiene en Folgoso. Una vez dentro, vio que no había nadie más que el único empleado de la entidad y sacó una pistola con la que lo amenazó para que le entregase todo el dinero que hubiese en la caja. El asaltante fue parco en palabras y apenas hizo nada más que ordenarle que le diese el dinero y recomendarle que no se resistiese, porque su intención, dijo, era acabar cuanto antes y marcharse.
Le ató las manos
Para asegurarse de que efectivamente el empleado de la sucursal no le daba problemas, el atracador le ató las manos con unas bridas. En cuanto tuvo el dinero en su poder, lo llevó a una sala interior de la sucursal, cerró la puerta, pero sin llave, y se marchó. La Guardia Civil investiga ahora hacia dónde se dirigió tras dejar el banco y busca pistas para tratar de averiguar su identidad.
Otro atraco en este municipio hace seis años
La oficina de Caixa Rural asaltada es la única sucursal bancaria que hay en la localidad de Folgoso. Sin embargo, en este municipio hay otra en Seoane, de Abanca. Esta última fue el objetivo del anterior atraco a un banco que se produjo en el municipio de Folgoso do Courel. Fue el 1 de septiembre del 2016, y los ladrones fueron dos, pero solo uno llegó a entrar en la oficina. No mostró ningún arma, pero dio a entender que llevaba una, amenazó al único empleado de la entidad y le puso unas esposas. Su cómplice lo esperaba fuera. La Guardia Civil consiguió identificarlos y los detuvo dos meses después, Resultaron ser dos vecinos de Sarria que llevaban una vida aparentemente normal y de los que nadie sospechaba.
