Retoman en O Courel la creación de una reserva de orquídeas que se aplazó por la pandemia

Francisco Albo
francisco Albo QUIROGA / LA VOZ

FOLGOSO DO COUREL

Un panel explicativo en la microrreserva de orquídeas silvestres del Alto da Pedra, en una imagen de archivo
Un panel explicativo en la microrreserva de orquídeas silvestres del Alto da Pedra, en una imagen de archivo CARLOS RUEDA

El nuevo espacio natural protegido, que será el quinto de este tipo en la sierra, se encuentra en la localidad de Hórreos

25 ago 2021 . Actualizado a las 14:11 h.

La Asociación Galega de Custodia do Territorio (AGCT) tenía previsto crear el año pasado una nueva microrreserva de orquídeas silvestres en el municipio de Folgoso do Courel, pero la pandemia obligó a posponer hasta este año el proyecto ambiental, que se lleva a cabo en la localidad de Hórreos. «Crear estas reservas require certos traballos de campo e o ano pasado decidimos que sería máis prudente non desprazarnos ao Courel pola situación sanitaria», explica el biólogo Martiño Cabana, miembro de la entidad. «O proxecto atrasouse tamén porque a nosa asociación ten uns medios limitados e nos últimos meses estivemos moi ocupados con outras actuacións», añade.

Una vez superados estos problemas, la creación de la nueva reserva botánica pudo seguir adelante y ahora se espera completarla para el próximo mes de septiembre. «O traballo xa está feito na súa maior parte e o único que falta por facer é colocar un panel explicativo no lugar e difundir a existencia desta microrreserva», dice Cabana.

La nueva reserva está situada en terrenos pertenecientes a la comunidad de montes de Hórreos, con la que la AGCT estableció un acuerdo de colaboración. El espacio protegido se encuentra muy cerca del límite del Galicia con Castilla y León. Este hecho obligó a los promotores del proyecto a delimitar la microrreserva con especial cuidado para que ninguna porción quedase fuera del territorio gallego, ya que esta figura legal de protección está amparada por la Xunta.

Inventario de especies

Por otra parte, se realizó un inventario de las diferentes especies de orquídeas y de otras plantas silvestres que están presentes en el nuevo territorio protegido. Este trabajo corrió a cargo de los biólogos Elvira Sahuquillo y Carlos Cortizo, autores del libro Guía das orquídeas de Galicia.

Una vez que se complete la creación de la microrreserva de Hórreos, la AGCT no tiene previsto llevar a cabo más actuaciones de este tipo en la sierra de O Courel. «Seguramente hai máis lugares que merecen atención, pero se creásemos outras microrreservas xurdirían problemas de xestión, porque non poderíamos coidar debidamente todos estes espazos», apunta Martiño Cabana. Para mantener las reservas de orquídeas, indica asimismo el biólogo, es preciso realizar observaciones continuadas y, en caso necesario, efectuar desbroces para que estas plantas de especial valor medioambiental no sean desplazadas por otras.

Las primeras reservas de orquídeas de la sierra de O Courel fueron creadas en el 2015 por iniciativa de la AGCT, que para ello formalizó acuerdos con varias comunidades de montes y propietarios particulares. El proyecto contó con financiación de la Dirección Xeral de Protección da Natureza. En el 2017, la Xunta aprobó una nueva ley del patrimonio natural en la que las microrreservas fueron reconocidas por primera vez como una figura legal de protección. Esta categoría se aplica a espacios de menos de veinte hectáreas de extensión que contienen hábitats raros o especies amenazadas.

Más de una veintena de especies de gran valor medioambiental

Las reservas de orquídeas existentes hasta ahora en la sierra de O Courel reciben las denominaciones de Alto do Couto, Alto da Pedra, Monte Cido y Afloramento de Visuña. Estos espacios se encuentran en praderías situadas en terrenos calizos en las que viven -en conjunto- más de una veintena de especies de orquídeas autóctonas. Entre ellas figura la Dactylorhiza cantábrica, endémica de este territorio. En las microrreservas se conservan asimismo otras especies muy escasas en Galicia, como la Dactylorhiza insularis, la Orchis ustulata, la Coeloglossum viride y la Gymnadenia conopsea. Junto a ellas viven plantas de otras variedades menos raras, como la Orchis mascula, que se consideran de gran valor para conformar una comunidad vegetal variada.