La albariza que apadrinó Jesús Calleja, en plena etapa de crecimiento

Francisco Albo
francisco albo QUIROGA / LA VOZ

FOLGOSO DO COUREL

Julio Ferreiro —con camiseta roja— conversa con Jesús Calleja durante la grabación del episodio de la serie «Volando voy» en el que se restauró una alvariza que ahora es aprovechada por el apicultor
Julio Ferreiro —con camiseta roja— conversa con Jesús Calleja durante la grabación del episodio de la serie «Volando voy» en el que se restauró una alvariza que ahora es aprovechada por el apicultor CEDIDA

En O Courel sigue adelante el proyecto apícola que se dio a conocer en «Volando voy»

01 jun 2020 . Actualizado a las 12:05 h.

Hace un año que se emitió el capítulo del programa televisivo Volando voy -presentado por el popular Jesús Calleja- dedicado al municipio de Folgoso do Courel, uno de cuyos ejes fue la rehabilitación de una alvariza en la localidad de Froxán. Al cabo de este tiempo, la construcción tradicional alberga una veintena de colmenas y su responsable, Julio Ferreiro, hace planes para dedicarse profesionalmente a la producción de miel. «O ano pasado morreron moitas abellas por enfermidades e por ataques de velutinas e só puidemos poñer catro colmeas na alvariza, pero este ano as cousas están indo moito mellor», explica.

Ferreiro tiene previsto incrementar el número de colmenas instaladas en la alvariza hasta el máximo -en torno a una treintena- que lo permitan las dimensiones de este recinto. También planea ir aumentando el tamaño de otros colmenares de su propiedad y comercializar la miel con una marca propia que ya está pensada. Por otro lado, tiene en proyecto rehabilitar y poner en producción otra alvariza que está en desuso desde hace muchos años, al igual que la que fue restaurada con la ayuda del programa de Jesús Calleja, que fue cedida por un vecino. Estas antiguas construcciones, señala Julio Ferreiro, permiten que el apicultor no tenga que preocuparse por posibles ataques de los osos pardos que frecuentan actualmente la sierra. «Só hai que pechar a porta da alvariza e xa sabes que as colmeas están seguras sen que haxa que facer nada máis», explica. «Os pastores eléctricos non son tan seguros porque poden ter avarías ou quedar sen batería, e de vez en cando hai que revisalos para ver se están ben, o que non é necesario coas alvarizas», añade.

Atractivo añadido

Julio Ferreiro considera que el hecho de que una parte de la miel que produce proceda de una alvariza y de una zona visitada por osos le puede aportar un atractivo añadido a su producto, junto a su especial calidad. «Espero que iso axude a que o mel se venda mellor», apunta. La miel de sus colmenas, agrega, es de tonalidad oscura y en su composición entran el brezo y las flores del castaño y el roble.

Por ahora, el apicultor distribuye su miel en algunas tiendas locales y vende directamente a consumidores particulares. «O problema é que unha grande parte dos compradores son xente de Madrid, Barcelona e outros lugares que veñen aquí durante o verán, e este ano non parece fácil que poidan vir», comenta. A este respecto, Ferreiro espera que no tarden en hacerse efectivas las medida institucionales de apoyo a los pequeños productores para hacer frente a los efectos de las crisis sanitaria.

El apicultor espera asimismo beneficiarse de una línea de ayudas de la Xunta para nuevas iniciativas empresariales a fin de poner en marcha un almacén y una marca comercial, que al principio estarán a cargo de su pareja, Andrea López. «Eu traballo agora nunha empresa de construción e seguirei facéndoo ata que o proxecto estea máis avanzado e xa poida dedicarme exclusivamente á apicultura», dice. Para poder optar a estas ayudas necesita contar con entre 230 y 250 colmenas, por lo que deberá incrementar sus instalaciones. En la actualidad, la pareja cuenta con cerca de un centenar de colmenas, contando las que están defendidas por la alvariza. «Máis adiante queríamos chegar a ter máis colmeas, sobre unhas cincocentas, para producir unha cantidade importante», agrega.