Llegan buceando en una cueva de O Courel a un lugar nunca alcanzado

Francisco Albo
francisco albo QUIROGA / LA VOZ

FOLGOSO DO COUREL

DIEGO LIÑEIRA

Dos espeleólogos y buceadores atravesaron diez sifones y otros tantos espacios aéreos dentro de la montaña

30 jun 2019 . Actualizado a las 10:53 h.

El conocimiento de la cueva conocida como Buraca das Choias, en la sierra de O Courel, dio un nuevo paso esta semana con una expedición realizada por dos espeleobuceadores -Rafael Jurado y Manuel de las Heras- que atravesaron sucesivamente diez sifones o galerías inundadas hasta llegar a un paraje que no había sido alcanzado hasta ahora. Aunque forman parte de un colectivo denominado GEB -Grupo de Exploración da Buraca- en esta expedición actuaron completamente solo y sin ningún apoyo.

Según explica Jurado, «el año pasado un grupo de Madrid exploró esta misma cavidad y llegó al final del noveno sifón, pero el sitio que se alcanzó ahora es totalmente virgen». Entre cada uno de los diez sifones, añade, hay varias cámaras aéreas -es decir, cavidades sin agua- en las que se puede caminar e incluso permanecer durante largo tiempo. «En una de ellas hasta se puede acampar y permanecer durante un par de días», agrega.

El periplo subterráneo se llevó a cabo el pasado miércoles y duró aproximadamente desde las once de la mañana hasta las doce y media de la noche. «Hay que tener en cuenta que el avance es muy arduo porque después de atravesar cada sifón hay que quitarse el equipo, descansar, volver a ponerse el equipo y seguir buceando -dice Jurado-, y eso lo tuvimos que hacer diez veces a la ida y otras diez a la vuelta».

Cavidades sin explorar

Los espeleobuceadores señalan que por ahora no pueden precisar a qué distancia se encuentra de la entrada de la cueva el punto más extremo al que llegaron, porque no realizaron mediciones, pero calculan que puede estar unos cuarenta metros más allá del extremo del noveno sifón. Esa es aproximadamente la longitud del hilo guía que pudieron extender a partir del último punto registrado. Jurado señala por otra parte que él y su compañero pudieron comprobar que más allá del lugar que alcanzaron hay más galerías. «Está claro que la cueva puede llegar bastante más lejos y que en la Buraca das Choias todavía queda mucho por explorar», dice.

Eso es precisamente lo que tienen previsto hacer los miembros del GEB durante los próximos meses. Por otro lado, en breve plazo esperan editar un vídeo que recogerá las imágenes que grabaron durante la última expedición. El grupo también pretende trazar la topografía de los últimos sifones y cámaras aéreas descubiertos en la cueva. En anteriores visitas hicieron levantamientos topográficos de las cavidades situadas hasta el quinto sifón. «Tenemos muy claro que queremos seguir explorando la gruta hasta donde sea posible y ayudar a mejorar los conocimientos sobre el medio natural de O Courel», afirma Jurado.

La gruta se alarga más allá del paraje más apartado al que se ha conseguido llegar

Un proyecto de larga duración que dio sus primeros pasos hace cinco años

El proyecto desarrollado por el GEB, denominado «A Buraca continúa» comenzó en diciembre del 2014 y en principio tenía el objetivo de hacer progresar las exploraciones realizadas anteriormente en la cueva, que estuvieron detenidas durante mucho tiempo a causa de un paso estrecho que los buceadores no podían franquear con comodidad. Este paso fue desobstruido por Rafael Jurado en el 2017, lo que permitió seguir adelante y acceder a otras cavidades. Además de Jurado y De las Heras, en las exporaciones del GEB participan los buceadores Diego Liñeira y Blas Rodríguez, con el apoyo de otras personas de dentro y fuera de Galicia.

Los integrantes del grupo indican que todas estas exploraciones se han realizado contando con los permisos administrativos necesarios. «También hemos informado en detalle de nuestras exploraciones al gobierno municipal de Folgoso do Courel y a la asociación Montañas do Courel, porque ahora este territorio es un geoparque de la Unesco y nos parece importante ayudar a extender su conocimiento», comenta Rafael Jurado.

En opinión de los integrantes el GEB, la exploración de la Buraca das Choias supone «un reto sin parangón en Galicia, porque es una cueva a la que no se le ve el fin». Jurado dice por otro lado que él y sus compañeros están convencidos de que esta gruta de O Courel se convertirá dentro de algún tiempo en la principal referencia de la espeleología en Galicia.