El pazo chantadino de Suatorre, cada vez más deteriorado, sufre un importante derrumbe

Francisco Albo
Francisco Albo CHANTADA / LA VOZ

CHANTADA

El desplome, a la izquierda, se produjo en una parte del edificio situada cerca del portalón de entrada del pazo
El desplome, a la izquierda, se produjo en una parte del edificio situada cerca del portalón de entrada del pazo ROI FERNÁNDEZ

El edificio histórico forma un conjunto con la torre de Arcos, que también se halla en mal estado de conservación

26 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El estado de deterioro que sufre desde hace años el pazo de Suatorre, un de los edificios históricos más notables de Chantada, se ha agravado con un derrumbe parcial en una esquina de una de las edificaciones que forman parte del conjunto. El desplome parece deberse a las lluvias caídas durante las últimas semanas, que fueron particularmente intensas en este municipio.

El edificio del pazo, situado en la parroquia de Arcos, se encontraba relativamente en buen estado hace unas décadas, pero con el abandono y la falta de reparaciones ha ido empeorando paulatinamente. En los últimos años se fue desplomando la cubierta en la zona que ahora se ha visto afectada por el derrumbe. Por otra parte, desde hace tiempo la hiedra se fue extendiendo sobre el portalón principal del pazo, tapando en gran parte los escudos de armas de las diferentes familias que estuvieron relacionadas con él a lo largo de la historia, como los Temes, los Boán o los Pardo. Uno de ellos está fechado en 1582.

A escasa distancia del pazo está la torre medieval de Arcos, que también se encuentra en mal estado de conservación. La construcción sufrió graves destrozos a consecuencia del paso del huracán Hortensia en 1984 y desde entonces no fue rehabilitada. Aunque durante mucho tiempo la torre fue un importante punto de referencia visual en esta parte del municipio -debido a su situación y a sus grandes dimensiones-, en la actualidad es considerablemente más difícil reconocerla desde lejos debido al hecho estar cubierta en gran parte por la vegetación.

Tanto el pazo de Suatorre como la torre de Arcos pertenecen a la Fundación Xosé Soto de Fión, que ya hace tiempo indicó que carece de medios económicos suficientes para acometer su rehabilitación. La entidad intentó conseguir ayudas institucionales para restaurar estos edificios, pero ese objetivo no llegó a cumplirse.