El Ucoga Seguros CB Chantada, mejor equipo gallego de la EBA

luis conde MONFORTE / LA VOZ

CHANTADA

ROI FERNANDEZ

El equipo chantadino opta a jugar la fase de ascenso a la LEB Plata

18 abr 2019 . Actualizado a las 17:43 h.

A falta de una jornada para la conclusión del campeonato, el Ucoga Seguros CB Chantada acabará de nuevo como el mejor equipo de la liga EBA. Esta posición se mantendrá con independencia de lo que ocurra el próximo día 27 en tierras salmantinas en el partido que los discípulos de Alberto Fafián disputarán ante el Aquimisa Carbajosa.

El objetivo de los chantadinos es ganar el partido, ya que saben que si lo consiguen se clasificarán por tercera temporada consecutiva para disputar la fase de ascenso a la LEB Plata. Incluso perdiendo podrían lograr esta meta, eso sí, siempre y cuando sucumban Huniko Gijón e Innova.

La trayectoria del Ucoga Seguros CB Chantada es para enmarcar. El equipo con menos presupuesto de la categoría -son 60.000 euros- ha sido capaz de competir de tú a tú a los trasatlánticos de la liga EBA. Los factores que explican estos resultados hay que buscarlos en la continuidad en el banquillo, el compromiso de la plantilla y el apoyo de una afición que se entregó al máximo.

El entrenador, Alberto Fafián, le dio una seña de identidad al equipo basada fundamentalmente en el trabajo defensivo. A partir de esta faceta llegaron la totalidad de las victorias que ha conquistado hasta el momento -suman dieciocho- y que le permiten ocupar la segunda plaza de la clasificación, a tan solo dos triunfos del todopoderoso Ciudad de Ponferrada.

Todos los jugadores que conforman la plantilla interiorizaron rápido la filosofía de juego del técnico, y desde el primer día se comprometieron con un proyecto ganador. El plus lo marcó el regreso de Filip Knezevic, todo un icono para la afición. El montenegrino ya es un chantadino más, y lo demuestra el hecho de que participe en todos los eventos que se celebran en Chantada. El pasado fin de semana asumió el papel de Jesucristo en la procesión del domingo de Ramos.

La afición inundó cada dos semanas el pabellón, llevando en volandas a los suyos.