Un estudio realizado por un investigador del CSIC prueba que la cima es el punto que se puede avistar desde una mayor superficie del territorio gallego
30 ene 2019 . Actualizado a las 19:28 h.La cumbre del monte Faro es el punto más visible de todo el territorio gallego, según un cálculo recientemente efectuado por el arqueólogo César Parcero Oubiña con un equipo informático para el procesamiento de sistemas de información geográfica. Parcero trabaja en este campo dentro del Instituto de Ciencias del Patrimonio -con sede en Santiago-, una entidad dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). El investigador puntualiza que este cálculo se efectuó «desde un punto de vista teórico» y teniendo solo en cuenta la topografía del territorio, sin considerar otros factores que también pueden influir en el grado de visibilidad real de un punto determinado en el paisaje, como puede ser la presencia de la vegetación, la nubosidad o el efecto de las construcciones humanas.
De esta manera, indica César Parcero, «o cumio do Faro resulta ser o punto máis visible de Galicia nunhas condicións ideais, sen vexetación nin edificios que alteren a visión». El cálculo --añade- no se llevó a cabo dentro de un determinado proyecto de investigación, sino que se planteó «simplemente como unha proba para experimentar a potencia dun novo ordenador co que contamos desde hai pouco tempo no noso departamento».
Más de 74.000 puntos
Para realizarlo, se marcaron sobre el mapa de Galicia más de 74.000 puntos -uno cada doscientos metros de distancia sobre el terreno- y se calculó con ayuda del ordenador cuánta superficie del territorio gallego se puede avistar desde cada uno de estos lugares. «É como ir percorrendo toda Galicia e apuntar os lugares que podemos ver desde cada sitio», indica el investigador. Teniendo en cuenta estos criterios, el punto más visible del relieve de toda la comunidad resultó ser la cima del Faro, entre los municipios de Chantada y Rodeiro, con una altura de 1.188 metros.
Parcero señala que aunque puede parecer raro que el punto más visible de Galicia no sea el más alto -que es la cima de Pena Trevinca, con 2.127 metros sobre el nivel del mar- el resultado es «esperable, porque o monte Faro está situado nunha posición moi central no conxunto do territorio galego, co que podemos velo desde todas as direccións arredor, o que fai que resulte máis visible na suma final». De momento, Parcero solo divulgó este cálculo en una cuenta de Facebook, pero no descarta preparar un trabajo más elaborado para publicarlo en forma de artículo científico.
Según estos mismos cálculos, el punto opuesto de la cima del Faro se encuentra en el cabo Touriñán -en el municipio coruñés de Muxía-, clasificado como el lugar menos visible de Galicia desde tierra firme.
Yacimientos arqueológicos
En el Instituto de Ciencias del Patrimonio, Parcero trabaja en proyectos de investigación relacionados con la arqueología del paisaje, un campo en el que estas herramientas informáticas tienen cada vez más uso. «Moitos xacementos arqueolóxicos galegos, como as mámoas e os castros, están situados en lugares especialmente destacados dentro da paisaxe das comarcas en que se encontran, polo que os cálculos para encontrar os puntos máis visibles do territorio poden ser moi útiles para localizar eses xacementos», comenta.
Uno de los yacimientos arqueológicos que destacan por su alta visibilidad en el paisaje es el monte de Santa Mariña -situado entre los municipios de O Incio, Sarria y Samos-, en cuya cima se encuentra uno de los conjuntos de mámoas más importantes de Galicia. Un estudio con herramientas de información geográfica realizado por el arqueólogo Miguel Carrero-Pazos y dado a conocer el pasado año demostró que este lugar es el más visible desde los caminos naturales que discurren por el territorio que rodea el monte.
No solo en la prehistoria
César Parcero señala por otra parte que la elección de puntos particularmente visibles para levantar construcciones de valor simbólico no es algo que se diese únicamente en la prehistoria. «Moitos deses lugares tamén foron escollidos en épocas máis recentes para construír ermidas ou santuarios», indica. El monte Faro -agrega- es un «exemplo perfecto» de la pervivencia de estas prácticas en épocas posteriores, ya que el célebre santuario en torno al cual se celebra la romería chantadina del 8 de septiembre se encuentra a escasa distancia de la cumbre.
En la imagen sobre estas líneas, una vista aérea del santuario de O Faro tomada con un dron tras el paso de la borrasca Ana, en el 2017.