Un vecino de Belesar vio pasar el cuerpo del joven de Láncara flotando a primera hora de la mañana

Un vecino de Belesar fue el primero que vio pasar el cuerpo de Jordi Sobrado flotando en el centro del río Miño a primera hora de la mañana. El  hombre se lo contó a una vecina y esta dio el aviso al 112 poco antes de las nueve y media de la mañana. Los bomberos de Chantada localizaron el cuerpo mientras aún era arrastrado por la corriente y esperaron hasta que pudieron alcanzarlo con una pértiga y asegurarlo en la orilla, a unos 700 metros del lugar en el que fue visto por primera vez. La primera revisión del cadáver se realizó en el propio lugar y poco antes de las doce del mediodía fue trasladado al HULA para practicarle la autopsia.

En el rescate del cuerpo del joven lancarino intervinieron agentes de la Guardia Civil y de la Policía Local de Chantada. Una integrante de la Policía Judicial acompañó al forense durante la primera iinspección del cadáver.

El cuerpo mantenía toda la ropa y la identificación ocular resultó muy complicada al encontrarse completamente cubierto por el barro. La cartera con el carné de identidad fue encontrada en el interior de la ropa del fallecido.

En un primer momento se pensó en la posibilidad de que los padres identificaran el cuerpo, pero ya no fue necesario. Los progenitores fueron informados poco después del mediodía por representantes del Concello de Láncara, acompañados por agentes de la Guardia Civil. «No resultó agradable ver en los medios que era el cuerpo de Jordi cuando todavía sus padres no lo sabían», manifestó el alcalde de Láncara, Darío Piñeiro, quien durante las cuatro semanas que estuvo desaparecido Jordi Sobrado estuvo siempre acompañando de la familia.

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