Esta parroquia de Carballedo recuperó sus fiestas el año pasado y ahora resucita la costumbre de los arcos de flores
04 jun 2024 . Actualizado a las 18:06 h.Furco puede perder población, pero sabe mantener sus tradiciones. Esta parroquia de Carballedo recuperó el año pasado su romería anual y en este 2024 resucitó la costumbre de los arcos de flores, antes habituales en las fiestas que se celebraban en mayo. Ellos mismos explicaban el año pasado que Furco es una parroquia en la que hay mucha unidad entre los vecinos y este año lo corroboran: «A romaría de Furco vai a máis».
Esta parroquia, situada al este de Carballedo, en el límite con los municipios de Cea y de Chantada, celebraba su romería anual hasta que llegó la pandemia.
En el 2020 era imposible hacerla, en el 2021 era muy difícil y ya para el 2022 los vecinos no llegaron a organizarla. Pero en el 2023 decidieron que a su romería no le iba a pasar lo que a muchas fiestas populares, que dejan de hacerse un año por alguna causa concreta y ya no vuelven. El año pasado la retomaron y fue un éxito, porque acudieron unas 130 personas. En la parroquia viven hoy de forma permanente unos 80 vecinos, así que no estuvo nada mal.
Pero esta fiesta volvía para quedarse, así que este año tocaba hacerla de nuevo. Y con algunos añadidos. La romería se celebró el último fin de semana de mayo y esta vez la comida reunió a algo más de 160 personas, el doble de residente que tiene la parroquia y más gente de la que fue el año pasado. La mayoría eran vecinos con residencia permanente en Furco y los demás son oriundos de allí, pero que actualmente viven en otras parroquias de Carballedo o en Chantada.
El añadido de este año fue la recuperación de la tradición del arco de flores en la puerta del cementerio el día de la fiesta. «Puxemos un arco cheo de flores na entrada do camposanto como se facía antigamente —explica una de las vecinas que participaron en la organización de la fiesta— e fómoslle cantar alí versos á Virxe, sobre todo os nenos pequenos».
Además, el día de la fiesta quedó instalada en la antigua escuela de la parroquia una exposición de cuadros realizados por los participantes en un curso de pintura que se impartió en Furco en los últimos meses. Lo mismo que ocurrió el año pasado, a la comida acudieron, invitados por los vecinos, el alcalde de Carballedo, Julio Yebra, y el de Chantada, Manuel Varela. La fiesta la organizaron de nuevo la asociación de Mulleres Rurais de Furco y la asociación de vecinos de la parroquia.
La población de Furco era a principios de este siglo de algo más de 150 habitantes. En el 2020, el año de la pandemia y del parón festivo, ya solo eran 104. «A poboación redúcese, morre xente e non nace ninguén», admite una de las vecinas que participaron este año y el anterior en la organización de las fiestas. En todo caso, tanto los vecinos que se quedan como los hijos que acabaron por marchar siguen teniendo claro dónde están sus raíces.