
El vehículo y la víctima fueron encontrados este jueves por la mañana, pero probablemente llevaban horas en el agua
30 dic 2021 . Actualizado a las 17:34 h.Una persona fue encontrada muerta en el municipio lucense de Carballedo después de haber sufrido lo que parece un accidente de tráfico. Estaba en un río de poco más de un metro de profundidad y junto al cuatriciclo que utilizaba habitualmente: Nadie sabe bien cuánto tiempo llevaba ahí cuando dieron con él, pero todo apunta a que el accidente se produjo durante la noche y que pasaron horas hasta que se descubrió lo que había pasado. La víctima es un hombre de 51 años.
La voz de alarma la dio un vecino que pasaba poco después de las once y media de la mañana por una pista asfaltada que sale de la aldea de A Tolda y va a dar a la carretera LU-901, que comunica A Barrela (Carballedo) con el municipio de Vilamarín, ya en la provincia de Ourense. El hombre vio que había un pequeño coche, de los que se pueden conducir sin carné, medio sumergido en al agua del Rego do Fontao, un arroyo que en este lugar forma una charca contenida por un lado por la LU-901. El vehículo se veía perfectamente, porque solo tenía sumergidas las ruedas delanteras y su parte frontal. El cuerpo sin vida de su propietario estaba en el agua junto al coche.
La víctima vivía en As Lamas, una aldea que también pertenece a la parroquia de Aguada y que está a solo unos cientos de metros de distancia de A Tolda y del lugar del siniestro. El fallecido había nacido en 1970 y trabajaba en un aserradero de madera en Vilamarín. Hijo único, vivía en la casa familiar de As Lamas con su padre, un hombre de edad avanzada.
La Guardia Civil de tráfico tendrá que determinar ahora cómo y cuándo se produjo el accidente. Los operarios del Ayuntamiento de Carballedo que llegaron los primeros al lugar después de que el testigo avisase el 112, deducen por las marcas de ruedas que había junto al agua que el hombre estaba maniobrando con su coche al lado del arroyo cuando perdió el control del vehículo, que acabó deslizándose por la orilla hasta el medio de la charca.
Por la mañana, el vehículo tenía abierta la puerta del conductor y el cuerpo de la víctima estaba al lado, en el agua. Como si en un primer momento tras el accidente hubiese podido salir, pero una vez fuera no fuese capaz de orientarse en la oscuridad o caminar lo suficiente por la charca como para alcanzar la orilla.
El cuerpo fue rescatado pasadas las doce por los bomberos de Chantada y media hora después fue trasladado en un furgón funerario. Las causas exactas de la muerte las determinará la autopsia.