Faltan cuatro meses para ver terminada la primera autovía del sur de Lugo

Carlos Cortés
carlos cortés MONFORTE / LA VOZ

CARBALLEDO

ROI FERNÁNDEZ

El único tramo en obras de la A-56 entra en su fase final

26 ene 2020 . Actualizado a las 20:14 h.

Tres o cuatro meses. Eso es lo que les falta a las obras de construcción del primer tramo de la autovía entre Lugo y Ourense, el que atraviesa de norte a sur el municipio de Carballedo. No se trata de una previsión oficial, porque esas están ya todas superadas. Baste decir que los primeros plazos que se daba el Ministerio de Fomento antes de la crisis decían que la autovía se podría recorrer entera entre Lugo y Ourense en el 2011. Las penúltimas previsiones daban por terminadas las obras a principios del verano pasado y las últimas a finales de año. En cualquier caso, ahora sí que es cierto que, salvo que llegue otro recorte presupuestario imprevisto o empiecen a sucederse los temporales, el estreno del primer tramo de autovía del sur de Lugo está ya a la vista.

«Despois que sigan, e que sigan cara os dous lados». Así contesta el alcalde de Carballedo, Julio Yebra Pimentel, cuando se le pregunta en cuál de las dos direcciones prefiere que continúen las obras. Porque la construcción de esta autovía, la A-56, no empezó por ninguno de los dos extremos, como es lo habitual, sino por la mitad. El tramo de 8,9 kilómetros que está a punto de quedar listo para ser inaugurado empieza por su parte norte en el alto da Estivada, en el límite con el municipio de Chantada; y en su extremo sur termina donde empieza el municipio ourensano de Vilamarín. El tramo nuevo no sirve para descongestionar la salida de Ourense, porque para que esta autovía llegue a la salida de esa ciudad faltan dieciocho kilómetros. Tampoco para conectar Carballedo con Chantada, la cabecera de su comarca, porque se para a diez kilómetros de esa localidad.

Camiones a O Carballiño

Este tramo resultará útil fundamentalmente para descongestionar de tráfico pesado esta parte de la N-540. Esta carretera es utilizada a diario por numerosos camiones que llevan madera y material de hierro hacia O Carballiño y Portugal, desde la zona central y el norte de la provincia de Lugo. La parte de la autovía que está a punto de terminar es un buen enlace entre la salida sur de Chantada y el denominado Eixo do Ribeiro, la carretera que comunica las comarcas de O Ribeiro y O Carballiño y a estas con el suroeste de Lugo. Esta carretera es también una alternativa para viajar en coche entre Lugo y Vigo, un recorrido que a partir de ahora tendrá 8,9 kilómetros más de autovía, a añadir a los del tramo inicial entre Lugo y Guntín.

En cambio, no servirá para los conductores en ruta entre Lugo y Ourense. Solo podrán tener alguna duda los que vengan de Lugo y circulen hacia el sur, porque son los que se van a encontrar junto a la carretera actual con el desvío hacia la autovía. Los que vienen de Ourense tendrán el extremo sur del primer tramo de la A-56 a aproximadamente un kilómetro de distancia. En los dos casos, tomar la autovía les supondría sumar más kilómetros y más tiempo a su recorrido.

Los proyectos del norte, un paso más avanzados que los del sur

Cuando dice que le da igual en qué dirección sigan porque lo importante es que las obras continúen, el alcalde de Carballedo resume el sentir de los responsables institucionales y los agentes sociales de los municipios por los que pasa la actual N-540. La plataforma formada hace años por todos ellos para presionar al Gobierno central y que el proyecto avance lleva meses en silencio.

La dificultad para formar Gobierno en Madrid y las consiguientes prórrogas de los presupuestos generales del Estado dificultaban la presión. Ahora ya hay gobierno, pero presupuestos todavía no. El proyecto de la autovía está parado en todos sus tramos menos el de Carballedo.

Cuatro y tres

Si el Gobierno central decide darle un impulso en los presupuestos del 2020 puede optar por dar un paso adelante en todos los tramos a la vez o por concentrarse en los que están más avanzados. Los cuatro del norte (entre los municipios de Chantada y Portomarín) tienen los proyectos técnicos elaborados, unos desde hace diez años y otros desde hace once. Están solo a la espera de que sea contratada la ejecución de las obras.

En cambio, los tres que quedan hacia el sur (entre Vilamarín y Ourense) están un paso más atrás. Solo tienen los estudios informativos terminados y todavía están pendientes de la redacción de los respectivos proyectos de obra.