Atilano fue entregado al Museo de Viladonga, pero sus vecinos proyectan recuperarlo
A POBRA DO BROLLÓN
Los restos de Atilano, el esqueleto descubierto a finales del 2017 en el cementerio medieval del castro de Cereixa -en A Pobra do Brollón- ya tienen una nueva morada. Los responsables del proyecto arqueológico del que forman parte estas excavaciones lo han entregado al Museo de Viladonga en cumplimiento de las normas legales que establecen que todas las piezas de valor arqueológico deben ser depositadas en el museo de referencia más cercano al lugar del hallazgo una vez que haya terminado su estudio científico. En principio le correspondería al Museo Provincial de Lugo acoger estas piezas, pero desde hace años, por falta de espacio en el referido centro, los materiales se depositan en el Museo de Viladonga.
Pero los promotores de este proyecto -impulsado por la asociación vecinal de la parroquia de Cereixa- tienen la intención de recuperar estos restos algún día para volver a darles sepultura de una forma destacada en su lugar de origen. Según explica el arqueólogo Xurxo Ayán, director técnico de las excavaciones, pera que esto pueda llevarse a cabo será necesario modificar el marco legal sobre la conservación de materiales arqueológicos. «Sabemos que iso vai ser moi difícil e que levará moito tempo, pero queremos intentalo porque este proxecto de arqueoloxía social ten un carácter pioneiro en Galicia», explica.
La idea -continúa Ayán- consiste en pedir que se modifique la legislación para que los restos de Atilano puedan ser devueltos a Cereixa y enterrados en un espacio señalizado con una placa conmemorativa en memoria de los antiguos habitantes de la parroquia. «Esta filosofía que propugna a restitución dos restos humanos antigos ás comunidades de onde proceden non está implantada en España e Galicia, pero ten cada vez máis importancia en América e, dentro de Europa, no ámbito anglosaxón», señala. «Máis adiante pretendemos organizar un congreso e traer a varios especialistas para abordar este asunto publicamente coa idea de chamar a atención sobre esta reivindicación e de conseguir que mude o marco legal», agrega. Pero por ahora, el destino más cercano de los restos de Atilano es ser guardados en una caja en una dependencia del museo provincial.