Atilano, un testigo de la vida de las clases bajas de la Edad Media

La Voz

A POBRA DO BROLLÓN

CARLOS CORTÉS

El esqueleto milenario de Brollón puede ofrecer datos valiosos sobre un período poco conocido en Galicia

05 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El esqueleto humano de alrededor de un milenio de antigüedad hallado en el castro de San Lourenzo de Cereixa ?en el municipio lucense de A Pobra do Brollón? supone una ocasión excepcional para conocer de primera mano la vida de las clases bajas en la Galicia medieval. Así lo creen los investigadores que trabajan en este proyecto arqueológico, promovido por la asociación vecinal de la parroquia de Cereixa. «É un enterramento humilde, como todos os deste xacemento ?apunta Xurxo Ayán, director del equipo? e este é un caso moi pouco común, porque a maioría das sepulturas galegas que se conservan desa época son de xente poderosa, como abades, bispos ou condes».

En el yacimiento se exhumaron hasta ahora una veintena de tumbas, algunas de las cuales conservan restos humanos. Pero solo en un caso apareció un esqueleto completo y en buen estado de conservación, que ha sido bautizado provisionalmente como Atilano, si bien aún no se sabe si es hombre o mujer. En ninguna de las tumbas se encontraron clavos, lo que indica que los cadáveres fueron enterrados sin ataúdes ?envueltos simplemente en sudarios?, un detalle que parece corrobar el bajo nivel de vida de estos pobladores.

Las sepulturas se hallan en el entorno de los restos de una construcción que en opinión de los arqueólogos fue la antigua iglesia de la parroquia de Cereixa. En el lugar se descubrieron también vestigios de viviendas, lo que prueba que el castro de San Lourenzo estuvo habitado en la alta Edad Media. «Sabemos que esa foi unha época de moita inestabilidade e penuria en toda Europa e que moitas antigas poboacións foron ocupadas de novo, aínda que en Galicia se coñecen por agora poucos casos», dice el arqueólogo. En el yacimiento se encontró además una gran cantidad de escorias de hierro, lo que sugiere que sus habitantes volvieron a explotar una mina que se encuentra en el recinto del castro y que ya había sido trabajada en la época romana. «É moi probable que fose unha poboación formada sobre todo por mineiros e ferreiros», apunta Ayán.

Los investigadores esperan que el estudio de los huesos de Atilano ?mediante los llamados análisis isotópicos? permita conocer el tipo de alimentación de este grupo humano. Confían asismismo en que se pueda secuenciar su ADN y determinar si hay un parentesco genético con las poblaciones actuales. En el yacimiento se hallaron también numerosas piezas de cerámica que pueden proporcionar datos de gran valor sobre la vida cotidiana de esta población, así como restos de hogueras que ?mediante la datación por carbono 14? permitirán saber con precisión la época en la que vivieron. Por el momento se cree que fue entre los siglos X y XII.