Empieza oficialmente la vendimia en esta denominación de origen, la más complicada en muchos años por la decisión de las bodegas de no comprar a los viticultores
23 sep 2024 . Actualizado a las 19:06 h.José Luis Campos recogió este sábado las uvas de A Cavadiña, una viña pequeña en la ribera del Cabe y cercana a la estación de tren de Areas (Sober) que le compró hace unos meses a un vecino. Ya tiene otras también pequeñas y se hizo con esta para salvarla de quedar a monte, no porque viva de ello. Y la vendimió a pesar de que este año no tiene a quien venderle las uvas. Igual que centenares de pequeños viticultores en toda la Ribeira Sacra. La crisis de ventas del vino, sobre todo del tinto dominante en esta denominación de origen, y las cosechas abundantes de los últimos años mantienen llenos los depósitos de las grandes bodegas, que este año apenas van a meter más uva que la que saquen de sus propias fincas.
Este viticultor de Sober trabaja como funcionario de la Consellería de Educación, así que no vive únicamente de vender uva a las bodegas. Como para casi todos los demás viticultores de la Ribeira Sacra, esta actividad económica es una aportación extra, pero muchos temen que sin ese incentivo económico se acelere el abandono de las viñas. «O traballo da viña —explica José Luis Campos— non é só vendimar, hai que estar pendente dela todo o ano para podar e aplicar tratamentos cando cómpre facelo».
La bodega rectoral de Amandi, que es con mucha diferencia la más grande de esta denominación de origen, mantuvo volumen de compras y precios en los últimos años a pesar de la pandemia. En el 2023 metió en sus depósitos alrededor de un millón de kilos de uva procedente de parcelas pequeñas y medianas de toda la denominación de origen. En la subzona de Amandi, donde están las viña de José Luis Campos, pagó el kilo de mencía a 1,30 euros. Fuera de allí, el precio osciló entre 1,10 y 1,20 euros.
Decidir qué hacer
Pero ya al final de la temporada pasada los responsables de Rectoral de Amandi avisaron de que las cosas en el 2024 iban a ser diferentes. Muchos de los 400 viticultores que le vendían querían creer que al final no pasaría nada, o que simplemente compraría menos uva, pero que volvería a comprar. Sin embargo, los peores presagios se cumplieron y Rectoral de Amandi no renovó contratos con sus proveedores habituales.
Cada uno de esos cuatrocientos tiene que decidir ahora si vendimia, cuánto vendimia y qué hace con la uva que vendimie. José Luis Campos es uno de ellos y lo que pretende hacer es recoger toda su producción. Sus viñas, incluida la nueva, son pequeñas y su cupo de producción es relativamente reducido: un máximo de 3.000 kilos de los que habitualmente él se quedaba aproximadamente 1.000 para autoconsumo y otros 1.500 se los vendía a Rectoral de Amandi.
El año pasado se compró una cuba nueva de 1.000 litros de capacidad por lo que pudiera pasar y ahora se propone recoger toda la uva que tenga y tratar de buscarle salida como pueda. Restada la parte del autoconsumo, él mismo buscará comprador para lo demás: «Este ano haberá que cocer as uvas na casa e competir coas adegas a baixo prezo».
La viña A Cavadiña quedó recogida este sábado y para sacar la uva de allí y llevarla a su casa en Rosende, a José Luis Campos lo ayudó de su vecino José Antonio Conde con su remolque. También es viticultor, pero su cupo es mayor que el de Campos, así que si se pone a hacer vino se va a encontrar con una cantidad también mayor y venderlo le va a resultar más difícil. Así que probablemente no lo haga. «Se non hai quen compre a uva, a uva quedará na viña», sentencia convencido.
Lo que pase en el 2025
A la espera de saber en qué se van a concretar las ayudas prometidas por la Xunta, él no será probablemente el único que va a dejar pasar este año sin vendimiar. En todo caso, los que vendimien y los que no tienen todos la mirada puesta en lo que pase en el 2025. La carta que los responsables de la bodega Rectoral de Amandi envió a mediados de agosto a sus proveedores de uva para confirmarles que este año no compra terminaba con su «deseo de que el objetivo de recuperación de las relaciones se haga pronto realidad».
Desde hoy, recogidas sin aviso previo en toda la denominación de origen
El consejo regulador de Ribeira Sacra acordó a principios de septiembre establecer la fecha de este lunes, día 23, como la recomendada para el inicio de la vendimia en todas las viñas registradas en esta denominación de origen. Por lo tanto, hoy es el día del comienzo oficial de la vendimia del 2024, pero en realidad las primeras recolecciones se registraron ya a finales de agosto, aunque siempre con autorizaciones puntuales del consejo regulador para parcelas en las que la maduración estaba más avanzada. Desde este lunes ya no es preciso un permiso previo, y os viticultores pueden A partir del día 23 no será preciso un permiso previo y los viticultores pueden vendimiar cuando lo consideren necesario.