La Ribeira Sacra cumple 900 años

LEMOS

Claustro del monasterio cisterciense de la localidad ourensana de Montederramo
Claustro del monasterio cisterciense de la localidad ourensana de Montederramo MIGUEL VILLAR

El documento más antiguo que menciona el topónimo se firmó en agosto de 1124. El aniversario será conmemorado con iniciativas que están ahora en preparación

08 ene 2024 . Actualizado a las 18:35 h.

El 21 de agosto de 1124 fue firmado el más antiguo documento conocido en el que figura el nombre de la Ribeira Sacra. Se trata de la carta de fundación del monasterio ourensano de Montederramo, otorgada en Allariz por la infanta Teresa de León —madre de Afonso Henriques, primer rey de Portugal— y su segundo marido, el conde Fernando Pérez. Este año se conmemorará el 900 aniversario de esta mención histórica con una serie de iniciativas que aún se están perfilando, en las que colaborarán el consorcio de turismo y la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural.

«Estamos coordinándonos para estudar o que se poderá facer nesta conmemoración, pero iso dependerá dos orzamentos con que contemos para este ano», dice a este respecto la gerente del consorcio, Alexandra Seara. Algunos de los actos que se organicen —añade— coincidirán con la fecha de la firma del documento histórico, pero a lo largo del año se podrían organizar también otras iniciativas. «En función dos recursos con que contemos, tamén se poderían facer máis cousas noutras datas, pero iso aínda está por decidir», puntualiza.

De «Rivoira» a Ribeira

Para la construcción del monasterio, los firmantes del documento de 1124 cedieron un terreno situado en —según reza el texto original en latín— «locum qui dicitur Rivoira Sacrata, qui est in Monte de Ramo territorio Caldelas», es decir, «en un lugar que se llamaba Rivoira Sacrata, que está en Monte de Ramo, en el territorio de Caldelas». Este nombre se repitió en otros documentos redactados en tiempos posteriores con el fin de confirmar las posesiones de la congregación monástica. En algunos de ellos, el nombre figura copiado de la misma manera, pero otros aparece transcrito como «Rovoyra Sacrata».

En el siglo XVI, el documento original fue reproducido por el cronista benedictino Antonio de Yepes —natural de Valladolid—, que tradujo «Rivoira Sacrata» por «Ribera Sagrada». Esta interpretación fue repetida después por otros autores y de ahí parece proceder el nombre que ha llegado hasta la actualidad. Pero según el filólogo santiagués Manuel Vidán Torreira —fallecido en el 2019—, Antonio de Yepes se equivocó en esta traducción, ya que el término «Rivoira» del documento original no tiene ninguna relación con las riberas de un río, sino con algo muy diferente.

Un nombre que aludía a un árbol sagrado y no a las orillas de un río

En 1987, en una serie de tres artículos publicados en La Voz, Manuel Vidán Torreira —especialista en toponimia gallega— estudió el origen de las voces «rivoira» y «rovoyra», concluyendo que ambas proceden de «roboria», un término medieval que designaba la madera de roble o de encina. Su origen, según este investigador, estaba en la voz latina robur, es decir, roble.

A juicio del filólogo, la «rivoira» o «rovoyra» de los documentos medievales se refería en realidad a un rebollo —rebolo en gallego—, un árbol de la familia del roble que probablemente se distinguía por alguna característica especial y que por ello dio nombre al lugar donde se construiría el monasterio de Montederramo. Según Vidán, este árbol pudo tener un carácter sagrado —como ocurrió en otros lugares de Europa— debido a que en sus ramas crecía el muérdago, una planta parásita a la que en la Antigüedad se atribuían poderes mágicos y curativos.

Reafirmación en el 2005

En unas declaraciones publicadas en este diario en noviembre del 2005, Manuel Vidán se reafirmó en sus conclusiones de 1987 acerca del topónimo. «Hoxe podo sinalar ademais algún outro indicio histórico que non mencionei daquela, como é o feito de que no escudo do mosteiro de Montederramo figura un carballo, o que indica que esa árbore tivo moita importancia nesa zona en tempos antigos», dijo en esa ocasión. Si el nombre «rivoira» se refiriese a las orillas de algún río —añadía por otra parte el filólogo, que descartaba esa posibilidad—, no se trataría del Sil, que no pasa por Montederramo, sino del Mao.

Una popularidad moderna que nació de un artículo publicado en la década de 1910

Según Manuel Vidán, la difusión moderna del topónimo Ribeira Sacra tiene su origen en un artículo publicado en la década de 1910 por el erudito Manuel Martínez Sueiro en el Boletín de la Comisión Municipal de Monumentos de Ourense. El autor de este trabajo, titulado La Ribera Sagrada, retomó la traducción errónea realizada en el siglo XVII por el cronista Antonio de Yepes y relacionó el nombre con los antiguos monasterios de la orilla ourensana del Sil.

En opinión de Vidán, Martínez Sueiro debió de pensar en los antiguos cenobios de la Tebaida —en Egipto— «e pensou que estaba moi ben chamar así a esa zona fluvial onde houbera tantos mosteiros». El error del erudito ourensano, añadía, nació seguramente de «unha especie de desexo poético».

El topónimo Ribeira Sagrada recuperado hace más de un siglo por Martínez Sueiro —en gallego o en castellano— fue repetido después por numerosos autores, entre ellos Álvaro Cunqueiro, que lo utilizó en algunos de sus trabajos. La forma actual Ribeira Sacra —ahora hegemónica— parece haberse difundido en tiempos más recientes. En las informaciones publicadas en este periódico empezó a volverse frecuente en relación con las primeras ediciones de la Feira do Viño de Amandi, a principios de la década de 1980.