
Adega Guímaro embotella en Amandi 60.000 litros de vino en cuatro días con un equipo itinerante venido de Portugal
09 ago 2023 . Actualizado a las 19:46 h.«É como o palco da Panorama, non?», dice sonriente Pedro Rodríguez. En el mundo del vino se le conoce por Pedro Guímaro, por el nombre de la bodega familiar de la que está al frente en la subzona de Amandi, dentro de la denominación de origen Ribeira Sacra. A la entrada de esa edificación permanecen estacionados estos días dos camiones. Son por el estilo de los que se convierten en palcos para las actuaciones musicales de las fiestas, pero en realidad transportan en su interior una línea móvil de embotellado. Viajaron desde Portugal al lugar de Sanmil, en el municipio de Sober, para vestir 60.000 litros de vino —mencía sin crianza de la última añada— con vistas a su comercialización.
Adega Guímaro ha ido ampliando producción y dispone por ello desde hace tiempo de sistema propio de embotellado, aunque sin llegar al nivel de prestaciones del equipo itinerante que viaja en los camiones de la Empresa Lusitana de Engarrafamentos, perteneciente al grupo Wine on Wheels. Si recurren al alquiler de esta línea móvil es por un doble motivo. «Ten unha calidade de embotellado altísima e pode facer en catro días o que a nós levaríanos tranquilamente tres semanas de traballo», explica el bodeguero.
Los camiones viajan cada uno con un conductor a su cargo, que es también el encargado de la puesta a punto de los equipos cuando llegan a sus destinos. Hay otros ocho trabajadores de apoyo que corren a cargo de la bodega y que participan en las diferentes fases del proceso: filtrado; embotellado y taponado; colocación de cápsulas y etiquetas; y embalaje y precintado de las cajas que forman finalmente los palés los que el vino será distribuido posteriormente.
Asepsia y vacío
Los camiones estacionados en el exterior de Adega Guímaro transportan una maquinaria valorada en más de un millón de euros que garantiza una asepsia total en el proceso de embotellado y el vacío en los envases imprescindible para una adecuada conservación de los vinos. A lo largo de la jornada del pasado lunes, se puso a punto la línea móvil transportada en la caja de los vehículos. Está previsto que este viernes emprendan viaje de regreso después de haber dejado listas para su comercialización 80.000 botellas de mencía.

«Para as pequenas adegas o aluguer é máis rendible que a compra porque son equipos moi custosos e logo están as avarías», dice Pedro Rodríguez. En su caso prima el ahorro de tiempo y el poder disponer del personal para otros cometidos cuando comienza a percibirse el estrés que precede a cada vendimia. Adega Guímaro despeja los depósitos para poder albergar una nueva cosecha que ya está a tiro de piedra en la Ribeira Sacra.