Jorge Martínez, empresario: «O Courel es adecuado para nuestro proyecto de turismo sostenible»
LEMOS
Martínez explicó en Folgoso los criterios que rigen las iniciativas de su empresa
10 may 2023 . Actualizado a las 11:45 h.Jorge Martínez Sabio (Culleredo, 1975) es el gerente de la firma Suites Nature, responsable de un proyecto de turismo sostenible —en el municipio de Abegondo— que en el 2021 fue el primer clasificado en la aceleradora de nuevas empresas turísticas de la Xunta. Martínez presentó esta iniciativa en una jornada sobre turismo sostenible celebrada en Folgoso do Courel, dentro del proyecto de desarrollo de los municipios del geoparque que promueve la consultora lucense Noa Innova.
—¿En qué consiste el complejo turístico que gestiona su empresa en Abegondo?
—Está formado por cuatro cabañas con capacidad de entre dos y seis personas cada una, además de un restaurante. En junio abriremos también una piscina y un bar. Ahora pretendemos ampliarlo para llegar al verano del 2024 con nuevos alojamientos e infraestructuras y una capacidad de cerca de 150 personas.
—¿Tienen previsto abrir otros complejos de este tipo?
—Estamos iniciando otro proyecto en Pontevedra, que será un complejo formado por una serie de cabañas, un hotel de cuatro estrellas y un restaurante. Tendrá una capacidad máxima aproximada de setenta personas y la apertura de la primera fase está prevista para finales de este año. Este complejo y el de Abegondo son dos proyectos piloto que pensamos replicar, con las adaptaciones correspondientes, en diferentes ubicaciones. Una de ellas puede ser O Courel, porque es un territorio con un gran potencial, que por sus características es adecuado para desarrollar proyectos como los nuestros. Los dos que tenemos en marcha también están ubicados en reservas de la biosfera.
—¿Cómo abordan la cuestión de la sostenibilidad?
—En el aspecto ambiental, por una parte, para las construcciones utilizamos maderas gallegas y otros materiales de origen cercano. El diseño de las construcciones se basa en criterios de ahorro energético, potenciación del reciclaje y utilización del agua de lluvia. A los usuarios les informamos sobre el consumo de energía que han realizado durante su estancia y también les podemos informar sobre la huella de carbono que han dejado en su viaje. Pero además del aspecto ambiental, también le prestamos mucha atención a la sostenibilidad social.
—¿En qué sentido?
—Queremos que estos complejos turísticos trabajen en colaboración con las comunidades locales, lo que incluye a los ayuntamientos, empresas y productores locales. En los restaurantes utilizamos preferentemente productos de cercanía, que en el caso del geoparque Montañas do Courel pueden ser el vino, el aceite, las castañas... Les llamamos «restaurantes kilómetro cero», porque recurrirán a productos lo más cercanos que sea posible. También pensamos abrir pequeñas tiendas de productos locales y organizar catas y exhibiciones gastronómicas basadas en estos productos. Por otro lado, pretendemos que nuestros clientes consuman en los restaurantes, comercios y empresas de servicios turísticos de la zona. Utilizando herramientas digitales, proporcionamos información a los usuarios sobre todos estos servicios y productos, con preferencia para aquellos que dispongan de certificados de sostenibilidad. Además, ofreceremos bonificaciones a los usuarios que se comporten de una manera responsable, que hagan bien las cosas de acuerdo con nuestros criterios.
—¿Qué habrá que hacer para obtener esas bonificaciones?
—Por ejemplo, ir a un restaurante con certificado de sostenibilidad, o visitar un museo local, como puede ser el museo etnográfico de Quiroga, o participar en actividades de ocio en las que puedan socializar con la población local. Las bonificaciones pueden consistir en descuentos económicos o en diversos obsequios.
—¿Cree que este modelo turístico puede ser rentable en el interior de Galicia?
—Un problema que tenemos que tratar de superar es el de la estacionalidad, porque tenemos que competir con lugares que no lo tienen. Las administraciones públicas tienen que entender que estos proyectos deben ser rentables, porque de lo contrario no se consigue atraer a los inversores. A un inversor le puede resultar más interesante irse a Málaga o a cualquier otro lugar donde no existe el problema de la estacionalidad. Para que estas iniciativas salgan adelante, las administraciones pueden colaborar con ayudas institucionales y agilizando los trámites para que un proyecto no tenga que esperar años y años para realizarse.