Vuelven las obras al entorno de la nueva presa del Cabe en el paseo fluvial de Monforte

Luis Díaz
LUIS DÍAZ MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

Los pivotes metálicos que asoman sobre la presa serán sustituidos por otros desmontables
Los pivotes metálicos que asoman sobre la presa serán sustituidos por otros desmontables CEDIDA

La escollera será reforzada para evitar que se repitan los daños de la riada

30 abr 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

El entorno de la nueva presa instalada en el río Cabe a la altura de A Pinguela, en el tramo urbano de Monforte, vuelve a estar en obras. Son las segundas que se llevan a cabo desde el pasado mes de octubre, cuando se dio por concluida la intervención medioambiental impulsada por la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil en ese trayecto del paseo fluvial que comunica el Parque dos Condes con la parroquia de Piñeira. Los arreglos más recientes se deben, en ambos casos, a los destrozos causados por la riada que se produjo en los primeros días de este año.

En una primera fase de las reparaciones —a finales de febrero— se procedió a rellenar los derrumbes en las márgenes de la laguna situada en una de las márgenes del río provocados por la crecida. En ese espacio ahora incluido en la Red Natura —que ocupa la excavación de una antigua gravera— se acondicionó un sendero comunicado en ambos extremos con el paseo fluvial, dentro de las actuaciones del proyecto medioambiental al que la confederación del Miño-Sil destinó 612.000 euros.

Este sendero, como sucedió hace tres meses, vuelve a estar cerrado ahora como consecuencia de las obras de reparación de los daños por la crecida. La riada no solo inundó el paseo en las proximidades del río, también se llevó por delante la escollera lateral más próxima a la presa. Los arreglos que puso en marcha la pasada semana la demarcación hidrográfica permitirán reforzar los muros de piedra que sirven de contención en ese tramo del curso fluvial.

Cambios en la presa

También está prevista, por otra parte, la retirada de los pivotes metálicos que asoman sobre la presa, destinados a encajar las planchas de las compuertas que se instalarían en los períodos de estiaje. La presa actual fue construida tras el derribo del anterior dique de hormigón que cortaba el río en diagonal pocos metros más abajo y que cedió en el lateral más próximo a la margen de Cobas por otra riada registrada en enero del 2016. Los postes, sin embargo, resultaron ser desde un primer momento una solución poco funcional. Con las primeras crecidas del invierno se vio que propiciaban la acumulación sobre el azud de troncos y ramas que quedaban atravesados allí tras ser arrastrados por la corriente.

Los pivotes que actualmente están incrustados en la presa van a ser sustituidos por otros desmontables. Al mismo tiempo, se revisará el entramado de troncos de madera que se instaló en las orillas, un «biosistema» con el que se pretendía evitar la erosión de las márgenes que se ha demostrado poco efectivo.

Agentes de Medio Ambiente de la Xunta supervisaron en los últimos días los trabajos de dragado del cauce, que se llevan a cabo con extrema precaución para evitar episodios de enlodamiento. En agosto del pasado año las obras de demolición de la presa habían provocado una elevada mortandad de peces, mayoritariamente truchas.