Talan robles centenarios en Sober en la Red Natura y sin autorización

Luis Díaz
LUIS DÍAZ MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

JAVIER SOTO

Los titulares de las parcelas denuncian las cortas para evitar ser sancionados

17 abr 2023 . Actualizado a las 19:11 h.

Más de una veintena de propietarios de la parroquia de Vilaescura, en el municipio de Sober, denunciaron talas sin autorización en parcelas de su propiedad por parte de una empresa maderera afincada en la zona. Los árboles que se cortaron son mayoritariamente robles y pinos silvestres situados en una zona próxima a la ribera del Cabe e incluida en Red Natura. Los dueños de los terrenos quieren dejar constancia de que no tienen nada que ver para evitar ser sancionados por el Seprona o los departamentos competentes de la Xunta.

«Al comprobar que hay una tala sin autorización, las administraciones actúan contra el titular de la parcela aunque no tenga nada que ver con ella. Buscamos que no vayan contra nosotros y de paso llamar la atención sobre lo que está sucediendo para que se controle esa actividad», señala Javier Soto, uno de los afectados.

Además de al Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil, las denuncias de los propietarios se dirigen a las consellerías de Medio Rural y Medio Ambiente, esta última por tratarse de un área protegida por la Red Natura. Las talas sin autorización en Vilaescura se desarrollaron en terrenos próximos a la iglesia de esta parroquia de Sober y en una zona donde se levanta un castro que está catalogado. Debido a esta última circunstancia, también podría intervenir la Dirección Xeral de Patrimonio, dependiente de la Consellería de Cultura.

La primera corta ilegal en Vilaescura fue detectada en septiembre del pasado año en una finca propiedad de la familia de Javier Soto. Un mes después se tramitó una de las 24 denuncias registradas hasta la fecha, aunque el número de afectados posiblemente supere la treintena. Soto comprobó que había más casos que el suyo, la mayoría en terrenos cuyos dueños residen fuera del municipio y que fue necesario localizar. «El propietario —explica— es responsable con arreglo a la normativa. Lo primero que hacen los organismos competentes es buscar al titular de la parcela para sancionarlo».

La pertenencia a la Red Natura no implica que no se puedan realizar talas. Pero hay que solicitar permiso, como en cualquier otro caso, y ajustarse a unas directrices específicas si se trata de un espacio protegido. Soto no autorizó la corta de madera en la propiedad de su familia. «Salvo dos o tres casos, en los que hubo acuerdo verbal, los demás nos encontramos con que nos habían llevado la madera. Donde hubo acuerdo de palabra no se pidió permiso, por lo que los propietarios serían los responsables de la tala ilegal», señala.

Las cortas prosiguieron

Las denuncias de los titulares de las fincas se dirigen al Seprona y a las consellerías de Medio Ambiente y Medio Rural. Aunque hubo inspecciones sobre el terreno por parte de la Guardia Civil a raíz de la primera de ellas, parece que las talas irregulares en las inmediaciones de Vilaescura prosiguieron. Según los afectados, se cortaron unos 200 carballos —casi todos centenarios— y 50 pinos silvestres. «Sabemos que nadie nos va a resarcir económicamente, pero si damos a conocer lo que está pasando podemos frenar un expolio de recursos naturales», dice el portavoz de los afectados.

Javier Soto quiere dejar claro que tanto en la Guardia Civil como en los departamentos de la Xunta a los que acudieron encontraron «apoyo y receptividad». El problema, desde su punto de vista, está en la falta de medios para hacer frente a este tipo de situaciones, que por lo que parece no son esporádicas. «El Seprona —detalla— tiene una patrulla para toda la comarca de Lemos y eso significa tener que cubrir desde O Courel al cañón del Sil».

Movimiento de tierras en una de las zonas en las que se hicieron las cortas
Movimiento de tierras en una de las zonas en las que se hicieron las cortas JAVIER SOTO

«Moitos dos donos están fóra e hainos que xa non saben onde están os sitios que herdaron»

Los afectados por las talas sin permiso en Vilaescura no consiguieron en estos seis meses ni detenerlas ni que se incautase la madera. Las cortas, por otro lado, se tradujeron en movimientos de tierras y destrozos en pistas de los que, paradójicamente, serían responsables a todos los efectos de no haber denunciado lo sucedido. «El pino se paga bien y si hay algún carballo grande en la zona se lo llevan. Lo que no sabemos es cómo se puede comercializar una madera sin papeles», apunta Javier Soto.

Los formularios para solicitar autorizaciones de corta pueden descargarse en Internet. Sin embargo, la brecha digital derivada de la edad de la población en municipios como Sober propicia que ese tipo de trámites se deleguen en los madereros. En Vilaescura aseguran que en otros puntos del concello se han producido talas ilegales en el entorno de parcelas para las que sí existía autorización. «Levan todo a feito porque moitos dos donos están fóra e hainos que xa non saben onde están os sitios que herdaron», comenta un vecino.

Hacerla cumplir

El alcalde de Sober, Luis Fernández Guitián, fue informado por los propios afectados de lo sucedido en Vilaescura. Según indica, el Ayuntamiento cuenta con un técnico de Medio Ambiente que en la práctica «é un técnico forestal». Pero no siempre puede estar encima de las empresas madereras que operan allí. «Hoxe [por ayer] pode haber catorce ou quince talas en todo o concello», observa el regidor. «Facer unha ordenanza —añade— é unha alternativa, pero o caso é facela cumprir porque nós non temos Policía Local».