El hospital de día de Monforte le ahorra a los pacientes con cáncer 2.200 viajes al año
LEMOS
Alrededor de 2.700 personas recibieron quimioterapia en este servicio desde su apertura en el 2014
07 dic 2022 . Actualizado a las 12:48 h.Cuando el hospital de Monforte estrenó su servicio de quimioterapia, unos 170 pacientes oncológicos residentes en municipios del sur de Lugo tenían que desplazarse periódicamente a Lugo para que les diesen este tratamiento. Era el 3 de abril del 2014 y a partir de ese momento se acabaron los viajes obligatorios a Lugo. En los ocho años que han pasado desde entonces, alrededor de 2.700 personas han pasado por el hospital monfortino para recibir quimioterapia contra el cáncer.
La cifra la dio a conocer el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, en una reciente comparecencia en el Parlamento en la que describió en cifras la mejora que supuso para los pacientes la apertura de los dos hospitales de día oncohematológicos comarcales en la provincia de Lugo, el de Monforte y el de Burela. De acuerdo con los números que manejan en la consellería, son unos 5.600 los pacientes con cáncer que recibieron estos tratamientos en los hospitales de Monforte y Burela desde el 2014, año en que estos dos centros estrenaron sus respectivos servicios de quimioterapia. Si en Monforte fueron 2.700 e, en el área de A Mariña la cifra asciende a 2.900.
Los hospitales de día de oncohematología del norte y el sur de la provincia permitieron evitar a estos pacientes un total de 42.000 viajes a Lugo, 23.000 en el distrito sanitario de A Mariña y 18.000 en el de Monforte. En el caso del hospital de la costa eso suponen unos 2.800 desplazamientos menos al año y en el de Monforte alrededor de 2.200.
El servicio que la sanidad pública presta a los pacientes oncológicos que viven en el sur de la provincia de Lugo también mejoró de forma significativa en el 2016 con la apertura en el hospital de Lugo de una área de oncología radioterápica. Hasta ese momento, los pacientes con cáncer de toda la provincia de Lugo, incluido el distrito sanitario de Monforte, tenían que viajar hasta A Coruña para recibir radioterapia.
Estreno con aires de provisionalidad
El estreno en abril del 2014 de los tratamientos de quimioterapia en Monforte llegó con un cierto aire de provisionalidad. El servicio se puso en marcha en el espacio que ya estaba destinado al hospital de día, sin obras de ampliación significativas a pesar de que la incorporación de estas terapias suponía un incremento notable en el volumen de actividad asistencial que se desarrollaba en esta parte del centro. La ampliación no llegó hasta siete años después, en octubre del 2021, cuando terminó la primera fase del proyecto de reforma integral del Hospital Público de Monforte.
Esa primera fase sirvió para mejorar el servicio de farmacia y para trasladar y ampliar el hospital de día. Este último servicio pasó del primer piso del hospital al segundo, en un espacio de 337 metros cuadrados, frente a los 160 que tenía antes. La mudanza permitió habilitar dos espacios diferenciados, uno para tratamientos de quimioterapia oncológica y el otro para usos polivalentes. En conjunto, tienen espacio para que 16 pacientes puedan ser atendidos a la vez. El área oncológica cuenta con nueve puestos, ocho en una zona común y el noveno preparado para atender a pacientes que tengan que estar aislados.
Arantxa Vidal, psicóloga: «Tener que desplazarse genera muchos problemas desde todos los puntos de vista»
Arantxa Vidal es la psicóloga de la delegación local que la Asociación Española contra Cáncer (AECC) abrió en Monforte a finales del 2019. Desde ese puesto, tiene contacto frecuente con pacientes a tratamiento en de quimioterapia en el Hospital Público de Monforte.
—La necesidad de desplazarse supone un peso añadido para los pacientes con cáncer.
—Disponer de tratamiento de quimioterapia en Monforte supone un beneficio muy importante para los pacientes. Tener que desplazarse les genera muchos problemas desde todos los puntos de vista, tanto a nivel económico, como familiar o de salud. Hay mucha gente que no se puede permitir pagarse un taxi y que a lo mejor no está bien físicamente para hacer el recorrido en autobús. El Sergas ofrece una ambulancia para esos casos, pero se trata de un viaje largo, con paradas, compartido con otras personas... y todo para después verse allí sin la compañía de nadie cercano.
—De hecho, sigue siendo preciso viajar para recibir radioterapia.
—Y en ocasiones eso obliga a la gente a quedarse en Lugo quince días seguidos. O a ir y venir a diario durante ese tiempo.
—En el hospital de día de oncología de Monforte está presente la asociación contra el cáncer. ¿Qué servicio ofrecen?
—Pasamos lo que llamamos el Carrito don Amable, un servicio de desayuno gratuito. Se trata de hacer acompañamiento, de que los pacientes sepan que estamos ahí y que tienen nuestro apoyo si les hace falta.
—¿La gente lo agradece?
—Muchísimo. De primeras sucede que hay quien desconfía, gente que saca la cartera para pagar o que te dice que no. A veces, hasta que no viene uno a tomar algo los demás no se animan, pero los que van todas las semanas ya nos conocen y lo agradecen. Y muchos aprovechan también para preguntar, que esa es al final la función del carrito: acompañar y también orientar.