Dorada con tinto de Ribeira Sacra en un restaurante de lujo en Shanghái

Luis Díaz
LUIS DÍAZ MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

Botella de Guímaro, en el centro, en uno de los maridajes promocionales en Shanghái
Botella de Guímaro, en el centro, en uno de los maridajes promocionales en Shanghái VICENTE MUEDRA

Guímaro pide paso en el mercado chino de la mano de los puntos Parker

02 nov 2022 . Actualizado a las 19:03 h.

China aún es el sexto consumidor de vino a nivel mundial, pero las enormes dimensiones de su mercado aconsejan no descuidarlo. «É un destino moi potente e por iso interesa. Os mercados, sobre todo fóra de España, leva tempo facelos. Neso andamos en China», apunta Pedro Rodríguez, de Adega Guímaro. De esta bodega de Amandi salieron la mayor parte de los 3.632 litros de vino que exportó Ribeira Sacra al gigante asiático en el 2022. Shanghái es uno de los principales puntos de venta y allí se están promocionando los vinos de Guímaro en restaurantes de lujo.

En el contexto de su denominación de origen, Guímaro es una bodega de volumen mediano tirando a alto. Produce en torno a 200.000 litros al año y exporta a 32 países. «O viño cada vez é máis global, hai que atreverse a diversificar mercados. A competencia é moi forte e non podes colocar todos os ovos nun mesmo cesto», dice el bodeguero.

En China está presente desde el 2007, cuando producía 50.000 litros anuales y se aventuró a enviar a ese país un lote de 120 cajas de doce botellas. A pesar del duro condicionante que supuso la pandemia, este año mandará a China entre dos y cuatro palés, cada uno de 700 botellas.

Comedor del restaurante Jade on 36, que ofrece una espectacular vista de Huangpu
Comedor del restaurante Jade on 36, que ofrece una espectacular vista de Huangpu VICENTE MUEDRA

De inspiración francesa

Un 73% del total del vino consumido en China es tinto. Le Sommelier International, distribuidor de Guímaro en ese mercado, eligió un tinto plurivarietal con crianza en barrica para la promoción más reciente, en Jade on 36, un restaurante de cocina francesa. Su chef, Olivier Pistre, es un nombre de referencia en la escena culinaria de Shanghái.

La guía Michelin se hace eco de la sofisticación de sus platos, de los que destaca «sus toques modernos y sutiles influencias mediterráneas». También elogia las impresionantes vistas que ofrece ese restaurante del distrito de Huangpu, centro comercial de la capital económica china.

«O distribuidor organiza dende hai tempo catas para que os sumilleres dos restaurantes de Shanghái coñezan os viños e logo son eles os que os inclúen no maridaxe cos pratos do menú que consideran máis axeitados», explica Pedro Rodríguez.

En un restaurante de inspiración francesa como Jade on 36, Guímaro A Ponte fue presentado como un vino en el que Borgoña y el Loira confluyen con un toque gallego. Un tinto aromático, extremadamente fresco y completamente maduro, «de paladar sedoso, con vida, energía, salvaje, al borde de la rusticidad pero manteniendo la sofisticación».

En el maridaje se incluyó la añada del 2019 de Guímaro A Ponte, junto con un champaña, un blanco de Rioja, un pinot noir de Nueva Zelanda, un tinto del Priorato y un vino dulce francés procedente del Roussillon. El vino de Ribeira Sacra acompañó el quinto plato del menú degustación, una dorada con judías blancas, jamón y tomate, y salsa de salvia y espinacas.

Pisado de los racimos, a la usanza tradicional, para uno de los vinos de finca de Guímaro
Pisado de los racimos, a la usanza tradicional, para uno de los vinos de finca de Guímaro ALBERTO LÓPEZ

A Ponte no es monovarietal de mencía. Mezcla uvas de esa variedad y de caíño, sousón, merenzao y brancellao, procedentes de un viñedo de Doade próximo al puente sobre el Sil. «A proporción de cada cepa na viña e idéntica, pero a mencía sempre dá algo máis de produción na vendima», detalla el bodeguero.

A la antigua usanza

Los racimos fermentan a la vieja usanza, en cubas de madera y sin separar la uva del raspón, con el fruto muy maduro para evitar sabores amargos. El vino se afina durante un año en barricas de 500 litros antes del embotellado. La información de las marcas incluidas en el maridaje que tuvo como escenario el prestigioso restaurante de Shanghái incluía las puntuaciones obtenidas en el boletín de Robert Parker. Guímaro es la bodega gallega mejor valorada en la publicación digital a la que da nombre el influyente catador estadounidense.

Precios que se pueden multiplicar por ocho

Alrededor del 67% del vino que se bebe en China llega de otros países. En el 2020, cuando la Embajada de España publicó el último informe de mercado, los principales exportadores eran Australia, Francia, Chile, Italia y España. China fue en el 2019 el segundo destino en importancia de las exportaciones de Ribeira Sacra, con casi 18.000 litros, una cifra solo superada por el mercado estadounidense.

Las ventas en Estados Unidos se mantienen, pero las restricciones por la pandemia redujeron las exportaciones al gigante asiático. En el 2022, según el consejo regulador, se enviaron al mercado chino menos de 4.000 litros.

China dispone de viñedo en diversos puntos del país, pero las economías pudientes y la emergente clase media optan por vinos de fuera. El precio del vino importado en China es relativamente alto en comparación con otros países. Una botella de Guímaro A Ponte, que en España vale en torno a 30 euros, en Shanghái puede llegar a costar hasta ocho veces más.