Vuelve al embalse de Vilasouto la contaminación por cianobacterias

Carlos Cortés
Carlos Cortés MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

Foto difundida por la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil del momento en que fue colocada una barrera anticontaminación en el río Mao, aguas abajo de la presa de Vilasouto
Foto difundida por la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil del momento en que fue colocada una barrera anticontaminación en el río Mao, aguas abajo de la presa de Vilasouto CEDIDA

Instalada una barrera en el río Mao para tratar de evitar que la suciedad se extienda aguas abajo

30 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El río Mao sufre estos días un episodio de contaminación por cianobacterias, el primero desde los que se sucedieron a principios de la década del 2010. La brotación de estas bacterias se produce en el embalse de Vilasouto, aunque esta vez los efectos no son tan visibles allí como aguas abajo de la presa. Una barrera anticontaminación trata de evitar que se extienda hacia el resto del río. En la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil aseguran que por el momento no hay riesgo para las traídas de agua que se abastecen del embalse.

En los casos de proliferación de cianobacterias que se sucedieron hace diez años en Vilasouto, la contaminación se limitaba a las capas superficiales de las aguas del embalse. Esta vez está siendo distinto. Portavoces de la confederación hidrográfica aseguran que las cianobacterias están en la superficie del embalse, pero que las capas en las que está estratificada el agua de mayor a menor temperatura se han roto y eso ha hecho que el agua que desembalsa la presa salga con turbidez desde este fin de semana.

Vecinos y pescadores que frecuentan esta zona pudieron comprobar este fin de semana que en el estanque que forma la presa en su base el agua presenta una coloración intensa entre marrón y rojiza. Hay además un fuerte olor a cloaca que se nota desde la orilla. En la confederación hidrográfica aseguran que los primeros resultados de los análisis efectuados por su comisaría de aguas muestran que «se trata básicamente de turbidez elevada». Estos muestreos dicen que en el agua que sale por el desagüe de la presa «el resto de los parámetros revisados, incluida la presencia de cianobacterias, no son preocupantes ni para la fauna y flora ni para los abastecimientos de Monforte y O Incio».

El agua que sale de la presa presenta una fuerte coloración rojiza, como se ve en esta fotografía
El agua que sale de la presa presenta una fuerte coloración rojiza, como se ve en esta fotografía

Para tratar de contener esa contaminación en el tramo del Mao situado inmediatamente después de la presa, los responsables de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil han optado por instalar una barrera agua abajo. Esta semana será instalada otra en la salida de agua de la presa. Además, están encargadas analíticas semanales para controlar el nivel de suciedad y su composición. Los portavoces de este departamento dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica aseguran que ya han sido informados tanto la Consellería de Sanidade como los ayuntamientos afectados.

El embalse de Vilasouto es utilizado como fuente para el abastecimiento de agua de algunos pueblos ribereños del Mao situados en el municipio de O Incio. El Ayuntamiento de Bóveda también tiene ahí uno de los dos sistemas de captación que utiliza para su traída municipal. Después de los episodios de contaminación que sufrió Vilasouto hace diez años, los responsables de este Ayuntamiento decidieron construir una segunda estación de captación en otra zona, para poder desconectar la traída de Vilasouto cuando hubiese problemas en el embalse. Monforte también se puede ver afectado por problemas de contaminación en el Mao, porque este río desemboca en el Cabe en la parroquia de A Parte, justo antes de la estación de tratamiento de agua potable que abastece la traída municipal.

La colocación de la primera barrera anticontaminación permitió reducir la turbidez aparente en el agua del Mao aguas abajo de de este dispositivo.

En septiembre del 2013

El episodio de contaminación por cianobacterias más grave registrado hasta ahora en Vilasouto sucedió en el 2013. En septiembre de aquel año, el Ayuntamiento de Bóveda se vio obligado a cerrar la traída municipal de aguas porque presentaba los niveles de hierro y manganeso que presentaba eran excesivamente altos, lo que la convertía en insalubre