Las palas borran del Cabe una de las tres presas urbanas de Monforte

Luis Díaz
luis díaz MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

Tareas de derribo de la presa construida hace más de sesenta años en A Pinguela
Tareas de derribo de la presa construida hace más de sesenta años en A Pinguela CARLOS CORTÉS

El azud construido en A Pinguela en 1959 será sustituido por otro desmontable

06 ago 2022 . Actualizado a las 09:09 h.

La presa que reguló el Cabe durante mas de sesenta años a la altura de A Pinguela está a punto de desaparecer del paisaje urbano de Monforte. No seguirá en pie al menos con la configuración que mantenía desde 1959, cuando fue construida para dar servicio al antiguo molino de Cobas. La concesión particular de entonces fue rescatada por la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil a finales del 2017, un año después de que la crecida arrastrase parte de la estructura de hormigón en la zona más próxima a la ribera derecha del río. A primera hora de la mañana de ayer comenzaron los trabajos de demolición de la totalidad del azud.

Unos metros por encima del lugar donde se lleva a cabo el derribo —en un tramo de cauce más estrecho— se acondicionará una presa desmontable, con compuertas metálicas de quita y pon que en principio solo se instalarán durante los meses de estiaje. En la confederación hidrográfica optaron por esta solución después de barajar diferentes opciones frente a la rotura del azud como consecuencia de una fuerte avenida registrada en enero del 2016.

La única alternativa que se descartó desde un principio fue la reconstrucción de la parte dañada, pese a que el Ayuntamiento abogaba por esta salida para garantizar la entrada de agua a la laguna próxima y evitar así que se convirtiese en un foco de suciedad. Las directrices medioambientales europeas —que establecen la conveniencia de devolver a los ríos a su cauce natural cuando estas obras pierden la utilidad para la que fueron ideadas— justificaron la negativa del organismo responsable de esta cuenca a reponer la presa.

Flujo de agua a la laguna

La estructura desmontable se asentará sobre una base de hormigón menos voluminosa que el azud que está siendo demolido. Solo se colocarán las planchas cuando el caudal del río lo aconseje y para garantizar que haya flujo de agua a la laguna formada en una vieja gravera, cuyo entorno será acondicionado para integrarla en el paseo fluvial. Fuera de los momentos en los que sea necesario represar el agua, en principio el cauce del Cabe ya no se verá alterado por ningún obstáculo artificial.

El derribo de la presa se lleva a cabo mediante una máquina provista de un martillo picador y una pala que retira el hormigón una vez desprendido. Los escombros se cargan luego en los camiones que permanecen estacionados en una zona de la ribera del Cabe próxima al azud. Para facilitar estos trabajos, se llevaron a cabo tareas de desbroce del lado de Cobas y se acondicionó desde esa calle un acceso para la maquinaria a la entrada del paseo fluvial.

Tras la demolición de la presa del barrio de A Pinguela, quedan otras dos situadas en el tramo urbano del Cabe. Están situadas en el club fluvial y a la altura del Parque dos Condes, y ambas carecen desde hace décadas de aprovechamiento alguno.

El proyecto prevé el dragado del río en la parte más próxima a la laguna

El derribo de la presa de A Pinguela es una de las ocho actuaciones que contempla el proyecto costeado por la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil. Antes de cimentar la base sobre la que se asentará el nuevo azud desmontable, está previsto que la empresa adjudicataria de las obras proceda al dragado del tramo de río más próximo a la laguna. La presencia del muro de hormigón que contenía hasta ahora la corriente motivó una importante acumulación de arrastres en el lecho del Cabe.

El proyecto contempla, por otro lado, la construcción de un sendero alrededor de la laguna y de una pasarela de madera a la altura del estrecho canal que facilita su comunicación con el río. La primera fase de los trabajos consistió precisamente en un desbroce selectivo de la arboleda existente en el perímetro de la antigua gravera, convertida ahora en un espacio de valor ecológico por servir de lugar de refugio para aves migratorias. Los desbroces se extendieron con posterioridad a la zona de Cobas más próxima al molino y a la margen izquierda del río, en la ribera que linda con el paseo fluvial.

Dentro de la Red Natura

Con la salvedad del tramo situado entre el puente de la variante y la presa del Parque dos Condes, la parte del Cabe por la que discurre el paseo fluvial de Monforte está amparada por la Red Natura. Los servicios de Medio Ambiente de la Xunta requirieron, en atención a esta circunstancia, varias modificaciones en el proyecto inicial de la confederación. Entre ellas, el acondicionamiento de una escala para el remonte de los peces.

Más de medio millón de euros de presupuesto

Las obras que traerán consigo el derribo el azud de A Pinguela y la integración de su entorno en el paseo fluvial fueron adjudicadas el pasado mes de marzo por la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil. Salieron a concurso por un precio de 668.199 euros y se contrataron a la empresa Vipeca Obras y Servicios por 567.568 euros. Los detalles del proyecto fueron presentados previamente en Monforte por el alcalde, José Tomé, y el presidente de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, José Antonio Quiroga.