Pérez Fortes llevaba entonces tres meses participando en la misión humanitaria y pertenecía a la Guardia Civil desde hacía seis años. Antes de partir para Kosovo había prestado servicio en la localidad catalana de Manresa, dentro de la policía judicial del instituto armado. Fue seleccionado para esta misión junto con otros tres guardia civiles debido a su preparación profesional, ya que había realizado cursos especializados para este tipo de trabajos y también había cursado estudios de idiomas. El fallecido era hijo único y tenía previsto casarse al año siguiente.
La muerte de Jaime Pérez causó una fuerte consternación en Sober, en Ourense —donde entonces residían sus padres— y en la localidad ourensana de Bande, de la que es natural su madre. La familia mantenía una estrecha relación con Sober y visitaba Proendos con mucha frecuencia.