La crucifixión de Cristo en las montañas de O Courel

Carlos Cortés
Carlos Cortés MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

La aldea de Vilar recuperó hace veinte años su tradicional escenificación del vía crucis, que no se celebraba desde mediados del siglo XX. En este 2022 volvió a celebrarse tras dos años de parón

15 abr 2022 . Actualizado a las 18:10 h.

La pequeña aldea de Vilar do Courel, en el municipio de Folgoso, fue este viernes el escenario de una de las celebraciones religiosas de Semana Santa más peculiares de la provincia de Lugo. Se trata de un vía crucis teatralizado que tiene como protagonista central a un figurante con túnica y corona de espinas que hace el papel de Cristo y que al final de la escenificación es crucificado simbólicamente.

El vía crucis de Vilar do Courel era una tradición arraigada hasta que dejó de celebrarse en los años 50 del siglo pasado. La emigración y los cambios en las costumbres acabaron por hacer que los vecinos dejasen de organizarlo. Y desaparecida siguió durante casi medio siglo hasta que hace veinte años las asociaciones culturales Fonte do Milagro, del pueblo de Froxán, y Castro Grande, de Vilar, decidieron resucitarla. Los responsables de estos dos colectivos siguieron las indicaciones de los vecinos mayores que recordaban cómo se hacía y desde entonces, el vía crucis de Vilar vuelve a formar parte de las actividades de Semana Santa de Folgoso do Courel.

Como todos los actos de este tipo, el vía crucis de Vilar quedó en suspenso en el 2020 y también en el 2021, por las restricciones sanitarias provocadas por la pandemia. Este 2022 era el año de recuperarla y los organizadores no han fallado. Este viernes, la comitiva encabezada por el figurante que representa a Cristo salió a la una de la tarde del campo de la fiesta de Vilar. Le quedaba por delante un camino de aproximadamente setecientos metros que pasa por delante de la vieja capilla de San Roque. En el trayecto, los participantes hicieron una parada en cada una de las seis estaciones del vía crucis, que estaban marcadas por cruces de madera.

Al final del trayecto, se llevó a cabo la escenificación de la crucifixión, en la cruz de cerca de dos metros de altura que llevó a cuestas el vecino caracterizado como Jesucristo.

En los actos del vía crucis no participan solo vecinos de Vilar, una aldea en la que quedan muy pocos vecinos, sino que también acuden residentes en otras localidades del municipio, como Froxán o Vilamor. Tampoco faltaron algunos turistas desplazados a O Courel para disfrutar de la Semana Santa.