Reponen en el Colegio de la Compañía de Monforte una bola de piedra y una cruz caídas en el 2019

Francisco Albo
francisco albo MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

La cruz metálica en el momento de ser levantada por una grúa
La cruz metálica en el momento de ser levantada por una grúa CEDIDA

Los dos elementos se desprendieron de la cima de una de las torres de la iglesia durante el paso de la borrasca Elsa

20 ene 2022 . Actualizado a las 17:04 h.

En la iglesia del Colegio de la Compañía de Monforte se llevó ayer a cabo la reparación de los daños causados en el edificio por la borrasca Elsa el 19 de diciembre del 2019. En esa fecha, el vendaval provocó la caída de una bola de granito que corona una de las torres de la iglesia y de una cruz de metal que se encontraba sobre ella. Con la ayuda de una grúa se ha colocado una nueva bola de piedra en sustitución de la anterior, mientras que la cruz fue repuesta en su lugar original después de ser restaurada.

Los trabajos corrieron a cargo de la Consellería de Cultura, aunque no formaban parte del proyecto de rehabilitación que este departamento desarrolla actualmente en la iglesia. «Tenemos que agradecer a la consellería que asumiese esta reparación», señalan desde la fundación Colegio de Nuestra Señora de la Antigua, responsable del edificio monumental, que cuenta desde el año pasado con la categoría de bien de interés cultural. Para realizar la intervención se aprovechó el andamiaje que fue levantado junto a la parte posterior del edificio para llevar a cabo las obras de rehabilitación en el exterior.

Cerca de cien kilos

La bola de granito —de cerca de cien kilos de peso— que cayó a causa de la borrasca no se desprendió por completo, sino que se rompió, y un pedazo de ella quedó sujeto en la cima de la torre. La caída del resto de la esfera de piedra provocó importantes destrozos en el tejado. La cruz quedó colgada de una balaustrada y sufrió diversos desperfectos, por lo que fue preciso restaurarla antes de devolverla a su sitio.

Para tallar una nueva bola de piedra se utilizaron las medidas de la original. Además de reinstalar estos elementos, la intervención se aprovechó para retirar la vegetación de la torre. La grúa utilizada en la operación tuvo que levantar la bola y la cruz por encima de la torre, a una altura de cerca de cincuenta metros.

En cuanto a las obras de rehabilitación que se siguen desarrollando en el edificio, la fundación calcula que pueden quedar terminadas aproximadamente dentro de un mes. La semana que viene empezará a desmontarse el andamiaje situado en la parte trasera de la iglesia, puesto que ya terminaron los trabajos de reparación de los muros. Desde la entidad señalan que lo que falta ahora es acabar de rehabilitar un antiguo pasadizo que discurre por detrás de la iglesia. Para completar este trabajo —añaden— es preciso retirar previamente los andamios.