El acceso a zonas peatonales está vigilado por cámaras en Monforte

Luis Díaz
LUIS DÍAZ MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

Dispositivos de videovigilancia en la fachada del antiguo hotel Comercio, en la plaza de Doctor Goyanes
Dispositivos de videovigilancia en la fachada del antiguo hotel Comercio, en la plaza de Doctor Goyanes CEDIDA

Los primeros dispositivos controlan las calles Comercio y Hermida Balado

15 nov 2021 . Actualizado a las 18:44 h.

«¿Por qué no las ponen en el Parque dos Condes o en Duquesa?». La pregunta se ha hecho recurrente estos días en la calle, al hilo de la instalación de las primeras cámaras de vigilancia en el centro de Monforte. Pero no van a servir para controlar ni la conflictiva zona de copas ni los frecuentes daños en el mobiliario urbano en los escenarios del botellón. La ubicación de estos dispositivos persigue restringir la entrada de vehículos a las zonas peatonales del casco histórico y que la carga y descarga se lleve a cabo en los espacios reservados con ese fin.

El nuevo sistema de vigilancia ya está instalado en la entrada de la calle Comercio, una de las zonas peatonales del casco histórico. Las cámaras están colocadas en la fachada del antiguo hotel Comercio, en la plaza del Doctor Goyanes. También se pusieron en la calle Huertas en la fachada de la sociedad recreativa Círculo Victoria, desde donde apuntan a la entrada de Hermida Balado, vetada al menos teóricamente a los vehículos.

En el tramo final de la calle Huertas, en la confluencia con la avenida de Galicia, está prevista la colocación de cámaras enfocadas a la zona destinada a carga y descarga en las inmediaciones de las galerías. También se dotará de estos dispositivos a la entrada de la zona peatonal del Cardenal, al tramo de la avenida de Galicia donde se ubica la parada de taxis, al entorno de la plaza de abastos y a la entrada de la calle Doctor Teijeiro.

La nueva ordenanza local de tráfico, aprobada a mediados de este año, incorporó entre sus novedades la utilización de cámaras de vigilancia para la regulación del tráfico, posibilidad que ya barajaba el equipo de gobierno para poner orden en el paso de vehículos a la zona peatonal del Cardenal. Esta última fue una de las causas del deterioro del pavimento de la calle, que tuvo que ser recolocado íntegramente a comienzos del 2020 con una inversión de 281.000 euros.

Tras las obras, el Ayuntamiento dio a conocer un acuerdo de la junta de gobierno local que restringía la entrada a esa zona a vehículos autorizados y daba cuenta del inicio del procedimiento «para establecer mecanismos de control do acceso a través de dispositivos telemáticos». La ordenanza de tráfico limita el paso a servicios sanitarios, de emergencias y de seguridad; taxis y vehículos particulares con garaje autorizado; y transportes de combustibles, comestibles, prensa y paquetería, siempre en los horarios autorizados para ello.

Por partida doble

La instalación de cámaras se extenderá finalmente a otros puntos del casco histórico y zonas próximas al área peatonal, donde en todos los casos será colocado un doble dispositivo para facilitar la vigilancia. Una de las cámaras estará destinada a grabar imágenes, mientras que la otra permitirá fotografiar las matrículas de los vehículos que cometan posibles infracciones.

Las primeras instalaciones de videovigilancia enfocan a puntos de entrada a la zona peatonal que suelen ser utilizados por particulares para estacionamientos de corta duración y también por profesionales de carga y descarga. Los transportistas se quejan desde hace tiempo de que las paradas resultan insuficientes, están mal distribuidas y sufren frecuentes ocupaciones por parte de vehículos no autorizados.

También señalan, por otra parte, que el horario autorizado para su actividad no está ajustado a la realidad del comercio local, cuya actividad no se inicia salvo en contadas excepciones hasta las diez de la mañana.

Los taxistas deberán pedir autorización para entrar al casco histórico

Las cámaras instaladas en la plaza de Doctor Goyanes vigilan las entradas a las calles Comercio, Armando Cotarelo y Abelardo Baanante. Las dos últimas engrosaron el mapa de las zonas peatonales a raíz de una recientes obras de pavimentación. Hasta la fecha, el Ayuntamiento no informó sobre la instalación y el uso de este tipo de dispositivos, más allá de los aspectos que trascendieron en el texto de la ordenanza de tráfico. Fuentes municipales indicaron, no obstante, que todavía no se comenzó a sancionar con arreglo a las imágenes recogidas por las cámaras.

La limitación del acceso a las zonas peatonales afecta, por otra parte, al colectivo de taxistas. El nuevo reglamento al que deberá ajustarse su actividad establece que deberán solicitar un permiso de acceso a la zona peatonal y avisar a la Policía Local de cada una de sus entradas para dejar o recoger viajeros. «Para poder acceder ás rúas peonís, os titulares de licencias de taxi deberán solicitalo ao Concello e cando presten algún servizo recollido nesta ordenanza avisarán á Policía Local», señala el artículo 25 del reglamento en fase de aprobación.

La Asociación de Taxis de Monforte avanzó que presentará alegaciones a este apartado de la ordenanza. «Ningún taxi circula polas zonas peonís se non é para facer un servizo, e sempre procuramos chegar onde o solicitaron no menor tempo posible», precisa. «Se temos que pedir autorización á Policía Local cada vez que xurde un destes servizos, ese tempo de atención sería maior e incluso podería ser gravoso economicamente para o usuario se o taxímetro está a funcionar», advierten los profesionales del sector.