El consejo regulador se reunirá el lunes para autorizar la recogida generalizada de la uva a partir del 16 de septiembre
13 sep 2021 . Actualizado a las 00:33 h.Las vendimias se suceden de forma puntual en la Ribeira Sacra desde el pasado 28 de agosto. La hora del café para todos, sin embargo, no llegó todavía a los viñedos de esta denominación de origen. De momento, la recogida de la uva se lleva a cabo previa autorización del consejo regulador y solo en parcelas cuyas características o variedades de uva favorecen una maduración más temprana. Los representantes de bodegas y viticultores se reunirán este lunes para decidir, a la vista de los resultados de los controles de maduración, qué día se abre la vendimia con carácter generalizado.
La decisión sobre el comienzo de la campaña tiene especial complejidad en Ribeira Sacra, una denominación de origen que acapara zonas tan dispares como pueden ser Amandi o A Peroxa, con ritmos de maduración claramente diferenciados. En una misma ladera, a la hora de realizar la vendimia puede haber hasta diez o quince días de diferencia entre las partes más altas y las viñas más próximas al cauce del río. También las cambiantes orientaciones de los viñedos, unidas a la mayor o menor carga por cepa, adelanta o atrasan el punto óptimo de la uva.
Echar el freno
Otro problema añadido es que el inicio de la recolección no siempre obedece a la lógica. Cuando el vecino vendimia, nadie quiere quedarse atrás y arriesgarse a que las lluvias persistentes o una inoportuna tormenta se lleven por delante el trabajo de todo un año al echar a perder el fruto. Al consejo regulador le toca mantener tensado el freno hasta que la madurez de la uva llegue también a las zonas más tardías. Y hay señales de que pronto va a levantarlo. El pleno del órgano rector de la denominación de origen se reunirá este lunes para decidir cuándo se levanta la veda.
Fuentes del consejo regulador señalan como fecha más probable la del miércoles 16 de septiembre. Por regla general, las bodegas prefieren que el inicio de la campaña se sitúe a mediados de semana. Así disponen de margen para subsanar posibles problemas con despalilladoras o equipos de bombeo antes del fin de semana, que es cuando el ritmo de vendimia se incrementa y entra mayor cantidad de uva. «Hai maquinaria que só se usa na vendima e leva un ano sen funcionar. Ata que non a pos a andar, non sabes como está», apunta un bodeguero.
El consejo regulador espera alcanzar una producción de en torno a los seis millones de kilos de uva en este campaña. El pedrisco solo afectó este año a la ribera chantadina de San Fiz, por lo que los daños fueron muy localizados. La granizada descargó, por otro lado, sobre muchas viñas cuya producción se destina a autoconsumo y no entra en los datos de movimiento de uva de la denominación de origen.