Preocupación entre la hostelería y el comercio por la ola de contagios

josé campos / l.d. MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

Ambiente en una terraza de la zona peatonal, este sábado, en Monforte
Ambiente en una terraza de la zona peatonal, este sábado, en Monforte JOSÉ CAMPOS

Temen que el brote pueda traer consigo restricciones si no se ataja

23 ago 2021 . Actualizado a las 19:31 h.

Los casos de coronavirus en Monforte se han disparado durante esta semana, superando cincuenta positivos en la localidad. Todavía se está a la espera de ver cómo evoluciona el brote, que se originó en reuniones, festejos y botellones, llevados a cabo durante el pasado fin de semana, en el que deberían haberse celebrado las jornadas principales de las fiestas patronales. Desde el Sergas señalaron que previsiblemente aparecerán más casos vinculados a este foco. Esta situación acarrea problemas sanitarios graves y también puede afectar de lleno a la actividad empresarial del municipio.

Dos de los sectores más afectados durante la pandemia fueron la hostelería y el comercio, que muestran su preocupación ante la oleada de nuevos casos en un mes de gran afluencia de visitantes. En la calle se pueden escuchar diversas opiniones de ambos sectores, pero todas se resumen con dos palabras: incertidumbre y preocupación.

Propietarios y encargados de establecimientos hosteleros consultados al respecto creen que afectará a sus locales y piensan que pagarán justos por pecadores. «Temos medo de que o brote o acabe pagando a hostalería inxustamente», comenta Marisa López, de la cafetería Carolus en la Compañía. Algo que también señalan en otro establecimiento cercano: «todo se volve contra a hostalería».

El dueño del local Tal y Cual, José Manuel Torres, también comparte los temores de sus compañeros y añade que aunque la hostelería no tenga la culpa del brote, seguramente sea la primera afectada por las restricciones. «É algo que leva sucedendo durante toda a pandemia», explica. Que el brote tenga lugar ahora es «especialmente malo», comenta Rodrigo Marrero de La Bodeguita de en Medio. Y es que en este verano, según apunta, «hay bastante movimiento».

La hostelería local está teniendo un buen verano gracias a la llegada de visitantes con vínculos en la zona y al gran número de turistas que visitan la Ribeira Sacra. Tras el brote de coronavirus, los locales están pendientes de posibles medidas y cambios en el flujo de clientes. Algunos consideran que el colectivo de más edad puede que sea ahora el más reticente a ir a la hostelería. Otros se quejaron de la falta de cumplimiento de las normas. «Algúns fan o que lles da a gana, e igual se hai aforo do 50%, abren ao 100%», se queja un hostelero.

Por su parte, el comercio también muestra preocupación por cómo afectará el brote a sus negocios. Algunos establecimientos locales consideran que los primeros diez días serán los de menos clientela, puesto que seguramente hubo contacto entre positivos y algunos estarán todavía a la espera de rastreadores o de pruebas diagnósticas.

Mireya Escorcia, propietaria de Gnomos y El Armario de Mireya, en la calle Hermida Balado, muestra especial preocupación por lo que queda de verano y por la evolución de la pandemia con vistas a la campaña de invierno. En su caso, gran parte de los ingresos dependen de la celebración de los Carnavales y la feria medieval, festejos que ni este ni el pasado año pudieron tener lugar como consecuencia de la pandemia.