El presidente del Real Madrid que fue hijo adoptivo de Sober

LEMOS

CEDIDA

Antonio Santos Peralba, que dirigió el club blanco entre 1940 y 1943, recibió esta distinción por su papel en la construcción de la carretera entre Canaval y Rosende

20 ago 2021 . Actualizado a las 10:12 h.

Poca gente lo sabe, pero un presidente del Real Madrid es hijo adoptivo del municipio de Sober. Se trata de Antonio Santos Peralba, que presidió el club blanco entre 1940 y 1943. El ayuntamiento quiso reconocer oficialmente así en septiembre de 1951 la aportación de este ingeniero de carreteras, puertos y canales al desarrollo de la infraestructura viaria en el municipio.

Santos Peralba, que nació en Gondomar en 1885, fue el artífice de la construcción de la carretera que une Canaval con Rosende, actuación que se llevó a cabo a finales de los años 20. Y también tuvo que ver en la llegada de la luz eléctrica a algunas parroquias de Sober.

Su relación con este municipio vino por su matrimonio con María Neira, hija de Salvador Neira y Ramona González, los señores de la Casa de Rivas, en Rosende. Santos Peralba trabajaba como ingeniero en los Saltos de Alberche, en la provincia de Ávila, circunstancia que fue determinante para que empleara a vecinos de estas parroquia y de Vilaescura allí y en otras empresas de Madrid, ciudad en la que residía el matrimonio.

Pero en verano, Semana Santa y Navidades venían a Rosende. Y ahí, a pesar de ser de una clase social más alta, socializaban con los vecinos. Aún recuerdan sus discursos en las misas que se celebraban en honor al patrón, San Miguel.

Su presidencia

Santos Peralba asumió la presidencia del Real Madrid en el año 1940, y lo hizo para afrontar una etapa de transición. De hecho, él fue el que le cedió el testigo a Santiago Bernabéu en 1943. Le dio estabilidad al club en esa difícil etapa de la posguerra.

No escatimó esfuerzos ni sacrificios, como el que realizó en 1943 cuando, presionado por las autoridades deportivas y políticas, abandonó la presidencia del club. Y todo ello como consecuencia de la más violenta semifinal de Copa, entonces del Generalísimo, que enfrentó al Madrid y al Barça. El 11-1 con el que los blancos resolvieron el segundo partido, más los incidentes del primero, en Barcelona, trajeron la dimisión de ambos presidentes.

Los madridistas, escocidos por el 3-0 encajado en Las Corts y el hóstil ambiente que vivieron allí, salieron enfebrecidos en Chamartín para intentar superar la eliminatoria. El clima polémico que rodeó los dos encuentros en aquellas semifinales acabó costando el cargo a Antonio Santos Peralba, presidente del Real Madrid, y al del Barcelona, el marqués de la Mesa de Asta. Peralba dimitió el 6 de agosto de 1943.

Recuerdan vecinos de Rosende que los años posteriores a su dimisión no podía escuchar los partidos del Real Madrid por la radio. «Sufría moito e poñíase moi nervoso, e saía do pazo a pasear. Cando remataba o partido viña e preguntaba polo resultado», dice una vecina.

Hasta su muerte siguió viniendo a Rosende.

 El manto de la virgen

El matrimonio formado por Antonio Santos Peralba y María Neira era muy religioso. Acudían a misa a Rosende y a Vilaescura. De hecho, el manto que tiene la patrona de esta última parroquia, la Virgen de los Remedios, fue elaborado con el vestido de novia de María. Ambos también ayudaron a construir el cruceiro ubicado en la parroquia de Vilaescura