Los vecinos cobrarán por el terreno del Mirador do Duque veinte años después

Luis Díaz
luis díaz MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

El Mirador do Duque, tras la remodelación realizada con Tomé en la alcaldía
El Mirador do Duque, tras la remodelación realizada con Tomé en la alcaldía CARLOS RUEDA

Las obras se realizaron sin acuerdo previo con la comunidad de montes

10 may 2021 . Actualizado a las 19:12 h.

Los terrenos en los que se levanta el Mirador do Duque serán expropiados por el Ayuntamiento de Monforte veinte años después de la finalización de las obras. En el último pleno se acordó la declaración de utilidad pública del único mirador de este municipio sobre el cañón del Sil, que se terminó de construir en el 2009 sin que conste acuerdo alguno con la comunidad propietaria del monte. Los vecinos de la parroquia de Marcelle cobrarán ahora el precio que fija la normativa para los procedimientos de ocupación.

La misma solución se pondrá en práctica con los depósitos de la red de abastecimiento de agua que se instalaron, igualmente de forma irregular, en la parroquia de Ribas Altas. Ambos expedientes se encuentran desde este lunes en fase de exposición pública, paso previo a su entrada en vigor definitiva. Al tratarse de un procedimiento ordinario y no de urgencia, será el Ayuntamiento el que resuelva los trámites sin mediación de la Xunta.

Responsabilidad legal

El problema de Ribas Altas salió a relucir hace un par de años, cuando la comunidad de montes recibió un requerimiento del Catastro para el pago de la correspondiente contribución. A efectos legales, hasta que se consume el expediente de expropiación los depósitos y los viales de acceso a los depósitos de la red municipal de abastecimiento de agua son propiedad de los vecinos de esa parroquia. Como titulares de las instalaciones, sobre el papel también son responsables a efectos legales de un hipotético accidente.

En el Mirador do Duque la situación es similar, aunque no existe constancia de requerimientos por parte del Catastro. Fue el Ayuntamiento, según explica el alcalde, José Tomé, el que se percató de que estaba «na mesma situación» que los depósitos del agua.

El proyecto del mirador monfortino sobre el cañón del Sil se dio a conocer en 1997 y ese mismo año se procedió a la licitación de las obras, financiadas en convenio con la Xunta. La empresa adjudicataria incumplió los plazos fijados y no se dieron por concluidas hasta finales del 2019. Ya con Tomé en la alcaldía, se llevó a cabo una remodelación integral de la plataforma y del entorno del mirador.

Tanto en las obras del primer mirador como en la instalación de los depósitos del agua pudieron mediar en su día permisos «de palabra», pero en el Ayuntamiento no hay constancia de documentos que acrediten acuerdo alguno con los propietarios. El equipo de gobierno optó por la declaración de utilidad pública de ambas instalaciones para regularizar su situación.