En el Mirador do Duque la situación es similar, aunque no existe constancia de requerimientos por parte del Catastro. Fue el Ayuntamiento, según explica el alcalde, José Tomé, el que se percató de que estaba «na mesma situación» que los depósitos del agua.
El proyecto del mirador monfortino sobre el cañón del Sil se dio a conocer en 1997 y ese mismo año se procedió a la licitación de las obras, financiadas en convenio con la Xunta. La empresa adjudicataria incumplió los plazos fijados y no se dieron por concluidas hasta finales del 2019. Ya con Tomé en la alcaldía, se llevó a cabo una remodelación integral de la plataforma y del entorno del mirador.