La Fundación Foggia estará abierta a donaciones públicas y privadas

Luis Díaz
LUIS DÍAZ MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

Edificio Expolemos, ahora sin uso, que propuso como sede del Craega
Edificio Expolemos, ahora sin uso, que propuso como sede del Craega ALBERTO LÓPEZ

El legado para el centro de día incluye dinero y joyas, además de pisos y solares

02 may 2021 . Actualizado a las 13:25 h.

Entre el fallecimiento de Lilia Foggia y la aceptación de su testamento transcurrieron cerca de cinco años. Un largo paréntesis en el que se encargaron diferentes informes jurídicos sobre la viabilidad del cumplimiento de su encargo. El pleno decidió finalmente, en la sesión celebrada el pasado lunes, llevar a la práctica las últimas voluntades de esta mujer. A través de una fundación que llevará su nombre, la herencia será destinada a la puesta en marcha de un centro de día para prestar asistencia gratuita a personas mayores sin recursos o sin familia. Al Ayuntamiento de Monforte le corresponde tutelar el proceso que desembocará la creación de esa institución benéfica. La hoja de ruta previa está más o menos definida.

«Agora hai que facer un procedemento de rexistro da fundación, nomear os patróns e botala a andar», señala el alcalde de Monforte, José Tomé, que presidirá la Fundación Foggia en cumplimiento de los estatutos. En ellos se establece que la designación de los miembros del primer patronato -entre nueve y catorce- serán elegidos por el Ayuntamiento previo acuerdo de la junta de gobierno. Lilia Foggia designa en su testamento seis vocales natos, pero su voluntad no se podrá cumplir en todos los casos por motivos legales.

La autora de la donación dejó estipulado que además del alcalde, en calidad de presidente, deberán figurar como patronos un juez de primera instancia de Monforte, un notario de esta localidad, el registrador de la propiedad, el forense y el párroco de A Régoa. En el caso del juez y el notario, parecen existir incompatibilidades de tipo legal. Está pendiente de confirmar, por otra parte, la aceptación del párroco y del forense, en este caso previa autorización del Instituto de Medicina Legal de Galicia.

La forma de administrarlos

La Fundación Foggia será la titular de los bienes que le fueron asignados en herencia y deberá decidir de qué forma se administran para garantizar la asistencia a los mayores. En el caso de los pisos y solares que recoge el testamento, la alternativa más viable parece su venta. Estas propiedades -siete pisos y tres solares- se encuentran situados en Madrid, Alcalá de Henares, San Sebastián de los Reyes, Monforte, Ávila y Bertamiráns, en el municipio coruñés de Ames.

Pero en la herencia de Lilia Foggia no solo constan esos bienes inmuebles, cuyo valor todavía está por cuantificar. También figura en el testamento dinero en metálico de algunas cuentas bancarias y las joyas propiedad de la protectora de la fundación. Los estatutos que acaban de aprobarse establecen que, para del desarrollo de sus actividades, esta institución benéfica podrá financiarse «con los recursos que provengan de su patrimonio y, si fuera el caso, con aquellos procedentes de las ayudas, subvenciones, donaciones, herencias o legados que reciba de personas o entidades, tanto públicas como privadas».

El testamento se otorgó dando por hecho que llegaría a construirse la residencia provista de centro de día que iba a construirse en los terrenos de la antigua chacinera. La herencia permitiría sufragar en ese centro la atención a los mayores sin recursos o en situación de desamparo. Entre los cometidos de la fundación estará la búsqueda de una solución alternativa, una vez descartado el proyecto que se barajó para la chacinera.

Mayor edad y menores recursos, criterios preferentes en la elección de beneficiarios

El primer paso para poner en marcha la institución benéfica que financiará su actividad con la herencia de Lilia Foggia será su inscripción en el Rexistro de Fundacións de Interese Galego. Quedará constituida por tiempo indefinido y se extinguirá en el momento en que no pueda cumplir con los fines que le fueron encomendados. La consecución de esos objetivos, la puesta en marcha de un centro de día para mayores necesitados, podrá llevarse a cabo directamente o mediante acuerdos de colaboración con otras entidades.

La determinación de los beneficiarios del centro de día será cometido del patronato, que deberá regirse para ello por «criterios de imparcialidad y no discriminación». Los estatutos priman la mayor edad a la hora de establecer prioridades en la elección de los destinatarios de los cuidados geriátricos. También se tendrán en cuenta, según detallan, el nivel de recursos económicos, la percepción de otras prestaciones sociales y el grado de dependencia.

El último albacea

Lilia Foggia dejó designados en su momento varios albaceas, pero debido a renuncias y fallecimientos solo el arquitecto monfortino Francisco Cela -cuya madre era amiga desde niña de la impulsora- tiene todavía esa responsabilidad. En el pleno en el que se acordó la aceptación del encargo testamentario, desde la oposición se abogó porque sea miembro del patronato en calidad de albacea. El equipo de gobierno, en base a un informe jurídico, entiende sin embargo que ese papel se extingue en el momento en que se ponga en marcha la fundación.