Asier Seijas, asistencias como panes

luis conde MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

CEDIDA

El monfortino marcó su primer gol con el Lemos y fue clave en la victoria ante el Ribadeo

29 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Su pasión: el fútbol; su profesión; panadero. Es Asier Seijas, futbolista del Club Lemos, que en Ribadeo dejó su impronta. Suyo fue el segundo gol que cerraba la victoria de los monfortinos, que así volvían a depender de sí mismos para clasificarse para la fase de ascenso a Tercera División. Su entrenador, Edu Rodríguez, que no es partidario de individualizar, en esta ocasión sí hizo una excepción, destacando la gran aportación de este joven mediocentro, que con 22 años aspira a triunfar en el fútbol.

Precisamente, esa es la posición en la que se siente más cómodo. No le disgusta marcar goles, sobre todo en los lanzamientos de falta, del que es un auténtico especialista, pero lo que más le colma son las asistencias. Da tantas como panes reparte en su recorrido diario por la Ribeira Sacra, que asciende a 200 kilómetros.

Seijas, al que el fútbol le viene en los genes -no hay que olvidar que es hijo de Escalza, un jugador que también hizo su aportación al Lemos como técnico y como jugador-, reconoce que está atravesando un gran momento. «El domingo fue lo máximo, porque marqué mi primer gol con el Lemos y ganamos una auténtica final. Sabíamos que para volver a depender de nosotros mismos teníamos que sumar los tres puntos, y lo hicimos. Más no puedo pedir», afirma Seijas, que salió en la segunda parte.

Tras marcar el gol se le nubló la vista, ya que soltó alguna lágrima en recuerdo a su fan número uno. «Me acordé de mi abuelo, que falleció el año pasado, y se lo dediqué a él», dice Asier, que está convencido que Julio Fernández le brindó un aplauso desde el cielo.

El centrocampista monfortino define la victoria ante el Ribadeo de «balsámica». La plantilla sabía que no podía fallar en este envite, porque de perder, sumarían tres derrotas consecutivas, lo que, sin duda, penalizaría mucho al equipo, que vería como se alejaba el gran objetivo de esta liga-exprés. «Las sensaciones siempre fueron buenas y nosotros nunca dudamos de nuestras posibilidades. Todos estamos en consonancia con la filosofía del míster, que no olvidemos que nos ha traído hasta aquí. En el vestuario vamos todos a una, somos una familia, y eso nos otorga un plus añadido, que puede ser el elemento diferenciador y que desequilibre a nuestro favor», añade Seijas.

Fútbol y trabajo

Asier compagina el fútbol con su trabajo de panadero. Sus horarios -solo reparte pan por la mañana- le permiten dedicarle tiempo al fútbol. «Sí, la verdad es que en ese sentido soy un privilegiado, porque solo trabajo por la mañana. Comienzo a las ocho y media de la mañana y sobre las dos o tres acabo el reparto», asegura.

En alguna ocasión ha tenido que remangarse en plena madrugada. «Alguna vez mi padre me pidió que le echara un cable en el horno, y a las dos de la mañana ahí estaba al pie del cañón», indica.

Reparte el pan de la Panadería Komo Komo, y lo hace con la misma facilidad que asiste a sus compañeros en el terreno de juego, aunque él le ve más dificultad. «Es más difícil lo de panadero que lo de fútbol. Pero estoy contento porque nuestro producto tiene mucha salida. Elaboramos y comercializamos pan de casa, del que se hizo toda la vida en los hornos de casa de la aldea. Utilizamos harina de trigo y centeno», señala.

Al igual que el resto de compañeros, Asier está ilusionado con esta temporada exprés. Considera que antes o después el equipo regresará a Tercera División. «Mi sueño es jugar con el Lemos en esa Tercera, que si bien ahora igual no es la natural, considero que si el club continúa haciendo las cosas bien pronto volverá a esa liga», indica el jugador.

Asier Seijas también tiene palabras de agradecimiento para la directiva, especialmente para su presidente, Óscar López, al que anima a presentarse a la reelección para continuar liderando el club. «Para el presidente solo tengo buenas palabras, y yo lo animo a que continúe en el cargo. Como socio ya le digo que mi voto lo tiene», puntualiza.

El fútbol para Asier no solo se queda en el terreno de juego, sino que de este deporte se sigue hablando en casa, y lo hace con Escalza, su padre, que no se pierde ningún partido de su vástago. «Cuando era más pequeño era más crítico conmigo, y siempre estaba aconsejándome. Ahora, cuando hablamos ya nos centramos en los partidos. De él aprendí mucho. Eso sí, él era más defensivo», concluye el centrocampista del Lemos.