Cuando la Ribeira Sacra tenía al menos una docena de pasos de barcas

Francisco Albo
francisco albo MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

Vecinos de Sernande a bordo de una barca tradicional en una fotografía histórica
Vecinos de Sernande a bordo de una barca tradicional en una fotografía histórica ARQUIVO ROI FERNÁNDEZ

La tradición que se quiere recuperar para el turismo tiene una larga historia

22 abr 2021 . Actualizado a las 17:54 h.

En Pantón y Carballedo, los representantes del BNG expresaron durante los últimos días sus quejas por el hecho de que estos municipios hayan quedado excluidos del plan piloto de recuperación de las tradicionales barcas de paso -con el fin de darles un uso turístico- que promueve el consorcio de la Ribeira Sacra. Este sistema de transporte, según indica la formación nacionalista, también fue utilizado en estos concellos, además de los seis en los que se llevarán cabo las experiencias programadas en el plan. Pero la Ribeira Sacra contó con al menos una docena de pasos de barcas repartidas por los diferentes municipal que funcionaron hasta mediados del siglo pasado y en algunos casos aún más tarde.

La página web Barcas do Minho menciona la existencia histórica de barcas de paso en la parroquias de Ribeiras de Miño -en Pantón-, San Vitorio de Ribas de Miño -en O Saviñao-, Castelo -en Taboada- y Chouzán, en Carballedo. En el Miño hubo también barcas de paso en los lugares de Porto -en O Saviñao-, Pincelo y Sernande, en Chantada. Esta última era muy utilizada por los vecinos de la comarca de Lemos para cruzar el Miño y acudir a las ferias de Castro de Carballedo.

Las barcas de paso fueron utilizadas igualmente en diferentes puntos del Miño. Estas embarcaciones prestaron servicio en las localidades de A Cubela -en Ribas de Sil- y A Somoza -en Sober. En este último municipio, en la parroquia de Amandi, se encontraba la aldea de A Barca de Gudín, que desapareció bajo las aguas del embalse de Santo Estevo.

Otros lugares

También existió este sistema de transporte en la localidad soberina de A Barca, en la desembocadura del Cabe en el Sil, y en O Cotillón, en el municipio de Pantón. La construcción de los embalses del Sil y el Miño acabó con gran parte de esta tradición fluviales, que solo sobrevivió durante un tiempo en algunos pocos lugares.

Uno de los últimos barqueros prestó servicio en A Maiorga hasta la década de 1980

Uno de los últimos lugares de la Ribeira Sacra donde se mantuvo la tradición de las barcas de paso fue A Maiorga, en el municipio de Pantón. El edificio que forma parte de las instalaciones del área recreativa situada en este paraje todavía lleva el nombre de Casa do Barqueiro. Según testimonios de vecinos de la zona, en 1986 todavía prestaba servicio en este lugar un barquero conocido como Regueira, que solía llevar de paseo jóvenes del municipio de Chantada hasta el conocido islote de A Maiorga. Para ello, los usuarios lo llamaban a gritos desde la orilla chantadina del río. El barquero cruzaba el río con su embarcación para ir a buscarlos, los trasladaba al islote y volvía a su casa. Cuando los viajeros querían abandonar el islote después de pasar parte del día en este lugar, llamaban otra vez al barquero para que los llevase de regreso a la ribera de Chantada. El precio de este servicio en los años ochenta era de cien pesetas por viajero.

El consorcio señala que el plan piloto puede extenderse a otros municipios

El consorcio de la Ribeira Sacra señala que el proyecto de recuperación de las barcas de paso para darles uso turístico es un plan piloto cuyo objetivo es comprobar la viabilidad de este recurso, que más adelante se podría impulsar también en otros municipios además que los seis que han sido elegidos para realizar esta primera experiencia. La iniciativa -según indica la gerente de la entidad, Alexandra Seara- se encuadra en el plan de sostenibilidad turística que se está poniendo ahora en marcha y que comprende también otros proyectos repartidos por todo el territorio. «Un dos motivos polos que se escolleron estes municipios para levar a cabo o plan piloto dos pasos de barcas é o de evitar unha descompensación, porque nos outros concellos estaban programadas máis iniciativas que neses seis», explica. «O reparto dos fondos para estas iniciativas foi acordado por separado con cada un dos concellos e despois aprobouse por unanimidade no último pleno do consorcio», añade.

La gerente indica además que aunque en principio se hayan elegido los municipios de Monforte, A Pobra do Brollón, Sober, Parada de Sil, O Saviñao y Chantada para experimentar esta oferta turística, cabe la posibilidad de que el plan piloto sea modificado sobre la marcha y que finalmente las experiencias con las barcas se lleven a cabo en otros lugares. «Aínda falta obter permisos da confederación hidrográfica e de Patrimonio e hai que estudar cales poden ser os sitios máis adecuados, e ao mellor se acaba por escoller outros emprazamentos en lugar dos que se elixiron inicialmente», dice.

Posibilidad de cambiar

Desde el consorcio apuntan asimismo que todas las iniciativas que se están programando dentro del plan de sostenibilidad turística -no solo las de recuperación de las barcas de paso- pueden cambiar de ubicación más adelante si se considera necesario. Alexandra Seara indica que la Secretaría de Estado de Turismo y la Xunta, que financian este plan, están abiertas a que se hagan estas modificaciones. «Se máis adiante vemos que determinada iniciativa que estaba prevista para un concello podería ser máis interesante para outro, non habería inconveniente en mudala de lugar», explica. «Para que o plan arrancase había que facer unha distribución inicial das actuacións, pero seguramente haberá algunhas que cambien de lugar, así que non se pode descartar que algunhas das experiencias coas barcas de paso acaben por facerse noutros sitios diferentes dos que están previstos agora», agrega.

Por otro lado, la gerente dice que también es posible que algunas iniciativas del plan se descarten y sean sustituidas por otras que se consideren más viables e interesantes, de manera que puede ser que las pruebas con las barcas de paso no solo se hagan en tres lugares, sino que se amplíen también a otras zonas.