El huerto solar que pasa desapercibido sobre la cubierta de la plaza de Abastos
LEMOS
Las placas que se instalaron durante el traslado del centro de día para abaratar costes energéticos se aproximan al final de su vida útil
01 mar 2021 . Actualizado a las 18:09 h.«¿Paneles qué?... Yo pago los recibos de la luz». Sobre una de las cubiertas de la plaza de Abastos se asienta una instalación de placas solares de tamaño nada desdeñable, pero su presencia pasa desapercibida incluso para los titulares de los puestos de venta. El huerto solar urbano quedó listo para entrar en funcionamiento en el verano del 2005, en el contexto de unos incentivos a las energías renovables que pronto se esfumarían. Sobre su actual grado de aprovechamiento, nadie aporta datos desde el consistorio. La vida útil de los paneles se acerca a su fin y no está claro qué va a suceder con ellos.
La instalación se llevó a cabo, sin mucho bombo, para reducir costes energéticos con vistas a la apertura del nuevo centro de día. Por aquellas fechas pasó a ocupar la primera planta de la plaza de Abastos, que tiene su entrada en la calle Ricardo Quiroga. La actividad de los puestos había decrecido considerablemente en los años anteriores y los vendedores fueron ubicados en la planta baja del edificio.
La mitad del coste
El proyecto para la puesta en funcionamiento de las placas solares fue adjudicado a la empresa Técnicas Eléctricas y Desarrollo Integral por un presupuesto de 46.932 euros, de los que el Ayuntamiento puso la mitad y la Xunta de Galicia el cincuenta por ciento restante. «É unha aposta polas enerxías renovables coa que tamén se trata de mentalizar aos veciños sobre a necesidade de non esgotar os recursos», señalaba el entonces concejal responsable de Servizos, José Luis Rivera.
La instalación consta, concretamente, de paneles fotovoltaicos y térmicos. Los primeros tienen capacidad para producir 5.542 kilovatios y el planteamiento inicial era vender esa energía eléctrica a Fenosa para abaratar la factura por el consumo del centro de día. Esta opción, sin embargo, quedó pronto condicionada por los cambios que se introdujeron en la normativa sobre retribución de las energías renovables.
Producir agua caliente
Respecto a los paneles térmicos, la instalación tenía como objetivo producir agua caliente destinada a cubrir las necesidades del centro de día. El recurso a las energías renovables debería haber permitido, de acuerdo con las estimaciones municipales, un ahorro de alrededor de 3.000 litros de combustible al año en las instalaciones que ocupan la primera planta de la plaza de abastos.
A finales del pasado mes de enero, el Ayuntamiento incorporó a su web el concurso para la realización de obras de reparación de la cubierta y de mejora de la ventilación interior de la zona de puestas de la plaza de Abastos. La memoria de la actuación incluye un reportaje fotográfico sobre la situación de la techumbre en el que aparecen varias imágenes de las placas solares. Nada se dice, sin embargo, acerca de su futuro ni de si se verán afectadas por las obras. Este diario solicitó hace un mes información sobre los planes municipales, pero hasta la fecha no se produjo respuesta alguna por parte de los técnicos.
La vida útil de un panel solar, con carácter general, es de veinticinco años. Su potencial disminuye a partir de los veinte años debido al desgaste de las células fotovoltaicas, pero si el mantenimiento de las instalaciones es el adecuado pueden durar treinta años o incluso más.