El jugador del Escairón Lucas Costa jugará en el fútbol suizo

Luis Conde MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

CEDIDA

El futbolista brasileño concretó su fichaje por el Zúrich SC, equipo de la Preferente del país helvético

25 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El futbolista del Atlético Escairón, Lucas Costa, jugará en el Zúrich SC, equipo de la Preferente Suiza. El defensa brasileño concretó su fichaje por este club helvético una vez conoció que el Escairón no saldría a competir. «Yo tengo un amigo aquí que me habló de la posibilidad de fichar por el Zúrich SC. Yo le envié vídeos, al presidente le gustaron, y me trasladó la oferta para incorporarme, algo que cerré el martes», comenta Lucas Costa, que ya se ejercitó con sus nuevos compañeros.

El brasileño, todo un trotamundos del fútbol -ya ha estado en tres países distintos- considera que con 25 años es una oportunidad única que se le presenta para dar el salto al profesionalismo. «Quiero vivir del fútbol, por lo que he de aprovechar este tren que se me presenta. Vengo con mucha ilusión de hacerlo bien y de ayudar al equipo a mantenerse, porque el proyecto de la temporada que viene será ambicioso, y pasará por el ascenso a Tercera División», añade Lucas Costa.

Para el futbolista no resultará difícil adaptarse a su nuevo país, puesto que salió de casa con tan solo 15 años. Sus primeras patadas al balón las dio en Brasil, y ahí estuvo en varios clubes. El salto a Europa lo dio con 17 años. Fue a Italia, pero ahí solo jugó cuatro meses. «No tenía la edad reglamentaria y tuve que regresar a mi país por documentación. Después regresé a Europa y fue a Polonia, pero volví a Brasil», afirma Costa.

Su llegada al Lemos

Donde realmente se dio a conocer en el fútbol europeo fue en el Lemos, club en el que estuvo dos temporadas. Desde aquí dio el salto al Riotorto, pasando después por el Bande, Chantada Atlético y Escairón.

Gracias al fútbol y a su llegada al Club Lemos conoció a la que actualmente es su esposa, Dolores Arias. «La idea ahora es asentarme aquí en Suiza y después que venga mi esposa», concluye.