El cierre se adelanta al mediodía en muchos negocios de Monforte

Luis Díaz
luis díaz MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

Un cartel a la entrada de una tienda de ropa anuncia que solo abrirá de mañana
Un cartel a la entrada de una tienda de ropa anuncia que solo abrirá de mañana CARLOS CORTÉS

Un porcentaje elevado de comercios no ven rentable abrir hora y media por la tarde

28 ene 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

No es fácil llegar a conclusiones que se puedan hacer extensivas a la totalidad de los negocios acogidos al CCU. La asociación de comerciantes de Monforte engloba actividades muy diversas: alimentación, tiendas de ropa, bares y restaurantes, librerías... Pese a ello, la impresión generalizada es que la campaña navideña se cerró con sensaciones positivas entre el sector. Por lo menos, no fue tan mala como cabía esperar de la situación de incertidumbre sanitaria. «Quizás influyese que las expectativas no eran nada buenas, pero al final no fue mal, sobre todo en vísperas de Reyes», apunta el gerente del Centro Comercial Urbano, Ángel Folgueira. El respiro navideño da paso de nuevo al pesimismo con las medidas restrictivas que acaban de entrar en vigor frente a la escalada de casos de coronavirus.

El semiconfinamiento decretado por la Xunta cayó como un mazazo entre el comercio local. «La sensación que percibo es de resignación. Otras veces te llamaban enseguida a la oficina para ver si les podías adelantar algo de lo que iba a salir publicado en el DOG. Ahora hasta los que ven siempre la botella medio llena están fundidos», señala Folgueira. Muchos negocios ni siquiera tienen intención de apurar el horario de apertura autorizado para los sectores no esenciales. Tiendas como Raza, Doble M, Ozono Merissel o Cousas decidieron abrir solo por las mañanas.

El cierre de la hostelería contribuye a restar ambiente en las calles en una época del año ya de por sí poco animada. Pero la medida de mayor impacto para el comercio monfortino es, sin duda, la prohibición de la movilidad entre municipios que entró en vigor este jueves «La importancia de la comarca para Monforte es enorme. No hablo solo de los municipios que están más cerca, sino de otros como Chantada o Quiroga», dice Alberto Álvarez, copropietario de la tienda de lencería Raza, uno de los negocios que no abrirán de tarde.

«Con el horario de mañana ya le das servicio al cliente. Por la tarde, no compensa abrir. También ayudas a parar todo esto, porque está claro que entre todos tenemos que atajarlo de una vez», explica Álvarez. Abrir hora y media para tener que cerrar a las seis «no merece la pena», corroboran por su parte en la tienda de moda Ozono.

Venta de mantenimiento

Las ventas en enero se resienten tradicionalmente del desembolso realizado durante las Navidades. El comercio suele arrastrar a estas alturas la resaca de los descuentos previos a las rebajas y de la nueva moda del viernes negro. En esta etapa del año, según indican en varios negocios, la venta es mayoritariamente de mantenimiento, de «fondo de armario». El problema, subrayan desde la directiva del CCU, es que con las últimas restricciones decretadas por la Xunta «chove sobre mollado».

Desde el inicio de la pandemia, el comercio local realiza un verdadero ejercicio de supervivencia que no siempre encuentra eco en la rebaja del precio de los alquileres de los locales. Tampoco se refleja, según la opinión generalizada, en el tratamiento fiscal que reciben por parte de las diferentes administraciones. «Si te obligan a funcionar al 70%, no puedes tributar como si lo hicieses al cien por cien», afirma el copropietario de Raza

La vuelta al comercio de proximidad, ¿tendencia o efecto de los cierres?

La pandemia está alterando los hábitos sociales incluso en los períodos de menor incidencia del virus. Esta circunstancia repercute más en unos negocios que en otros en cuanto al volumen de ventas. Pero casi todos los establecimientos consultados coinciden en algo: pese a la dura competencia de Internet, se percibe cierta vuelta al comercio local. Alberto Álvarez opina que el cierre perimetral de algunas ciudades pudo influir, pero entiende que existen otros motivos. «Yo creo que la gente se va dando da cuenta de que el comercio de proximidad también es competitivo», destaca.

«Hubo momentos en los que sí se noto una vuelta importante del consumo al comercio local, pero creo que es algo que va y viene en función de las limitaciones de movilidad, sobre todo en las ciudades más próximas. El gran competidor del pequeño comercio hoy ya no está en las grandes superficies, sino en la venta online», comentan en una tienda de deportes de Monforte.

Otra cuestión que sale a relucir al sondear el punto de vista del comercio es la debilidad del sector para negociar incentivos por parte de las administraciones que permitan hacer frente al impacto de la crisis sanitaria. Las críticas se dirigen, concretamente, al papel que jugó en los últimos meses la Federación Galega de Comercio. Tras las nuevas restricciones decretadas por la Xunta, el presidente de este organismo, José María Seijas, hizo un llamamiento para que se acelere la concesión de ayudas directas al sector.