El gerente abandona el hospital satisfecho por la respuesta que se ofreció al reto de la pandemia
15 dic 2020 . Actualizado a las 12:26 h.Intenso comienzo de semana para Iván Vázquez, hasta hoy gerente del Hospital Comarcal de Monforte. Ayer fue jornada de despedidas con sus compañeros del centro. «La verdad es que llevo un día bastante completo», comentaba, al otro lado del teléfono, en un breve respiro a primera hora de la tarde. En Vigo, su ciudad natal, tomará posesión este miércoles como director de los tres hospitales de referencia de esa área sanitaria: Álvaro Cunqueiro, Meixoeiro y Nicolás Peña.
«Es una responsabilidad con un ámbito mucho más grande, pero me ahora voy a centrar en tareas de dirección hospitalaria. Como gerente, tienes que hacer un poco de todo. De Monforte me marcho con un bagaje profesional y personal que, estoy seguro, me va a ayudar mucho en ese nuevo destino», apunta Sanz.
El hasta ahora gerente del hospital de Monforte tomó posesión del cargo el 3 de abril del 2017, de la mano del anterior conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez. «Son tres años y ocho meses de gerente y cinco en este hospital», detalla. Tomó las riendas del centro cuando arreciaba la polémica por el nuevo modelo de gestión integrada y lo deja después de una etapa de relativa tranquilidad que interrumpida en los últimos meses por la pandemia.
«Lo circuitos separados, con una vía específica para los pacientes con covid, ayudaron a que todo funcionase bien. Trabajamos en conjunto, como un equipo. No tengo más que palabras de agradecimiento para todo el personal», dice Sanz. Incluso el brote detectado en agosto, señala, pudo se controlado con rapidez a pesar de su importancia.
El hasta ahora gerente reconoce que hubo épocas en las que fue complicado encontrar especialistas dispuestos a venir a un hospital pequeño como el de Monforte, pero considera que los pacientes recibieron en todo momento una buena atención del área sanitaria. Sanz llegó a este hospital con fama de talante dialogante. «Hay que tomar decisiones y no son siempre del gusto de todo el mundo, pero si me equivoco no tengo reparo en reconocerlo», señala.
