«Ser un festival de pequeño formato nos ayudó a sobrevivir a la pandemia»

Francisco Albo
francisco albo MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

Carlos Montilla con la cantante Virgina Maestro, en una imagen de archivo
Carlos Montilla con la cantante Virgina Maestro, en una imagen de archivo CRIS ANDINA

El 17º Ribeira Sacra, dirigido por Carlos Montilla, recibe un premio de ámbito ibérico en Lisboa

21 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Carlos Montilla es el director del festival 170 Ribeira Sacra, recién galardonado en Lisboa en el Iberian Festival Awards, un certamen que distingue las citas musicales más destacadas de Portugal y España. El premio otorgado a esta iniciativa es el correspondiente a los festivales de pequeño formato, de hasta 5.000 espectadores. El 170 Ribeira Sacra fue este año uno de los pocos de toda España que se celebraron a pesar de la crisis sanitaria.

-¿El premio es por haber resistido a la pandemia?

-Hay que aclarar que el premio no fue concedido a la edición de este año, que fue la cuarta, sino a la del 2019. Lo que pasa es que la pandemia lo retrasó todo y los premios no pudieron otorgar en su momento. La gala de entrega tampoco pudo ser presencial y hubo que celebrarla por vía digital. El año que viene no creo que se puedan conceder estos premios, porque hubo que anular los festivales en casi todas partes.

-Pero este sí que se pudo celebrar a pesar de todo.

-Mantenerlo en estas condiciones fue un reto para toda la organización. Fue preciso doblar el número de personas que participaron en los preparativos para garantizar que se cumpliesen todas las medidas de prevención y también hubo que convencer al público de que habría suficiente seguridad. Al final salió todo bien y creo que eso ha reforzado la imagen del festival, junto con el premio que nos acaban de conceder.

-¿En qué medida fue útil la experiencia de años anteriores para conseguir mantenerlo este año?

-El hecho de ser un festival de pequeño formato nos ayudó claramente a sobrevivir a la pandemia. Desde el principio apostamos por un festival diferente, no masificado. Los conciertos y las demás actividades siempre se han dirigido a un público de unas dimensiones mucho más limitadas que en la gran mayoría de los festivales. Esta experiencia nos sirvió para organizar la edición de este año con unas medidas de seguridad adecuadas y el público también lo entendió así.

-¿Hasta qué punto se redujeron las actividades y la asistencia a causa de la crisis?

-Para dar una idea, en la edición del año pasado asistieron unas 3.000 personas a las actividades que se organizaron durante cuatro jornadas. Este año solo se mantuvieron las actuaciones musicales y hubo que suprimir todas las actividades paralelas. En total, la asistencia fue de unas cuatrocientas personas. La demanda de entradas fue muy superior, pero no fue posible dar cabida a más gente.

-¿Piensan preparar una nueva edición para el año próximo?

-Ya estamos trabajando con esa idea y somos optimistas. Confiamos en que habrá una quinta edición. El hecho de haber sido galardonados como el mejor festival de pequeño formato de la península Ibérica nos da ánimos para seguir adelante.