La pandemia no ha hecho más que incrementar las carencias que tiene Lugo en materia ferroviaria. De haber sido pionera en Galicia hace 145 años (llegó el tren de A Coruña a Lugo en 1875) y en 1883 el primer tren desde Madrid, ha pasado a ser una ciudad y una provincia irrelevante en el mapa ferroviario español del siglo XXI.
Lugo ya empezó mal el nuevo milenio. Desde mediados de los setenta y hasta el año 2000, Renfe suprimió hasta 12 trenes y cerró siete estaciones. El inicio de la segunda década del siglo XXI tampoco fue mejor, pero al menos había 12 trenes en la estación de Lugo. El coronavirus ha dejado los servicios bajo mínimos, con cinco salidas y cuatro llegadas. Otra cuestión es el número de pasajeros, con una notable bajada. Por ejemplo, en el Alvia que sale de Lugo a Madrid a las 11.10 horas partía hace un año con una media de 15-20 pasajeros diarios. Esta semana, la media no superaba los diez viajeros.
Aun así, los pocos usuarios de este tren a Madrid se sienten molestos porque el único viaje que les lleva a la capital de España tiene un horario que les parte toda la jornada, y ni pueden hacer ninguna gestión en Lugo ni en Madrid. Renfe ha suprimido líneas con la capital en toda España. En algunos casos ya las ha recuperado y en otros, ha dejado unos horarios más atractivos que en el caso de Lugo. Por ejemplo, el único tren que sale de Almería -la otra capital provincial con mayor recorrido en tiempo- lo hace a las 7.05 horas y llega a Madrid a las 13.43 horas. El de vuelta también es toda la mañana. Jaén tenía cuatro trenes diarios y le han dejado dos. Y Granada y Bilbao pasaron de disponer de cuatro a uno al día