La falta de una escala de peces paraliza la nueva presa del Cabe

Luis Díaz
LUIS DÍAZ MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

La rotura de la presa hace que río erosione los terrenos en la margen de Cobas
La rotura de la presa hace que río erosione los terrenos en la margen de Cobas ROI FERNANDEZ

La Xunta dice que plan de la confederación hidrográfica incumple la ley de pesca

20 jul 2020 . Actualizado a las 16:44 h.

El proyectado derribo de la presa de A Pinguela, que incluía también la puesta en valor de la laguna próxima, tendrá que superar todavía los obstáculos administrativos que han salido a su paso. La Consellería de Medio Ambiente informó de forma desfavorable la propuesta de actuación para la que había solicitado permiso previamente la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil. Este organismo de titularidad estatal presentó una alegación ante los servicios de Patrimonio Natural de la Xunta con el fin de obtener autorización.

Si no hay acuerdo, la confederación hidrográfica dispone de otra baza antes de reformar el proyecto que pretende llevar a cabo en Monforte. En el caso de una segunda negativa, según confirmaron fuentes próximas a este organismo, cabría la posibilidad recurrir a la Secretaría de Estado del Ministerio de Medio Ambiente. Cualquiera que sea la opción elegida, todo indica que la supresión de la presa situada aguas abajo del casco urbano experimentará un significativo retraso por la tramitación de los permisos de obra.

El presidente del organismo estatal con sede en Ourense, José Antonio Quiroga, presentó en julio del pasado año un avance del proyecto al alcalde de Monforte, José Tomé. La confederación hidrográfica había convocado previamente un concurso para escoger la actuación más conveniente sobre el azud, cuya estructura se derrumbó en un lateral como consecuencia de una riada en enero del 2016. El proyecto seleccionado contempla el derribo de la presa construida en hormigón y su sustitución por una estructura metálica desmontable de metro y medio de altura sobre el nivel del río.

Nueva política ecológica

La solución elegida está en consonancia con las directrices que trasladó la Unión Europa a los estados miembros para las construcciones de este tipo que carezcan de aprovechamiento. La presa de A Pinguela obtuvo en 1959 una concesión de agua para alimentar el desaparecido molino de Cobas, que llevaba décadas inactivo cuando se produjo la rotura del azud.

A raíz de los desperfectos causados por la riada, la comisaría de aguas abrió un expediente que culminó en septiembre del 2017 con la retirada de la concesión a los herederos. El tramo en cuestión está situado en la zona del Cabe afectada por la Rede Natura, por lo que es preceptiva la autorización del Servizo de Protección da Natureza. Al parecer, la delegación de este departamento en Lugo no puso pegas inicialmente al proyecto y fue en Santiago donde se denegó el permiso de obras.

Fuentes de la Consellería de Medio Ambiente confirmaron que la Dirección Xeral de Patrimonio Natural se puso en contacto coa Confederación Hidrográfica Miño-Sil para acordar una solución para la presa de A Pinguela que se ajuste «ao regulamento de pesca fluvial». Este departamento de la Xunta está a la espera, concretamente, de que le sea presentada «a documentación sobre a solución relativa ao dispositivo de franqueo, escala de peixes, para autorizar o conxunto do proxecto».

«En base ao artigo 76 do Decreto 130/1997, do 14 de maio, polo que se aproba o regulamento de ordenación da pesca fluvial e dos ecosistemas acuáticos continentais, considérase que o proxecto relativo á instalación da presa desmontable temporal no río Cabe ten que contar coa pertinente escala, paso ou calquera outro dispositivo que permita o seu eficaz franqueo polas poboacións migradoras», precisan desde la consellería.

Un nuevo azud desmontable y una intervención de baja intensidad en la laguna

Del proyecto para la supresión de la presa de A Pinguela presentado al alcalde se sabe que plantea sustituir la actual construcción por una estructura metálica desmontable que podría retirarse en el caso de crecida. También trascendió, por otra parte, que en el entorno de la laguna próxima se realizará una intervención de baja intensidad. La presencia de aves migratorias nidificantes desaconseja una actuación de mayor calado para su puesta en valor, según la información que trasladó el organismo estatal al gobierno municipal.

La laguna de A Pinguela ocupa unos terrenos próximos al río que se destinaron a la extracción de áridos. Las aguas del Cabe acabaron por cubrir por completo la excavación, dando pie a un ecosistema urbano que alberga una gran biodiversidad. Esta circunstancia motivó que no se pudiese actuar sobre ella cuando fue acondicionado el tramo del paseo fluvial entre el Parque dos Condes y Piñeira.

Garantizar que entre el agua

La confederación hidrográfica barajaba inicialmente la recuperación del curso natural del Cabe en este tramo mediante el derribo de la presa de A Pinguela, en consonancia con la nueva política medioambiental favorable a la eliminación de ese tipo de obstáculos. Sin embargo, esta opción quedó descartada porque la bajada de nivel del agua impediría durante la mayor parte del año la comunicación entre el río y la laguna colindante.

El pliego de condiciones para la redacción del proyecto contemplaba, por otro lado, el aprovechamiento del tramo de río recuperado «para la práctica de deportes de aguas bravas».