Vendedores del mercadillo del parque reclaman su vuelta

Carlos Cortés
Carlos cortés MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

Imagen de archivo del mercado dominical en el Parque dos Condes, que empezó a celebrarse en el 2011
Imagen de archivo del mercado dominical en el Parque dos Condes, que empezó a celebrarse en el 2011 ROI FERNANDEZ

Proponen al Ayuntamiento que limite qué productos se pueden poner a la venta

20 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Vendedores habituales del mercadillo del Parque dos Condes tratan de conseguir que el Ayuntamiento lo vuelva a autorizar. Para lograrlo, proponen a los responsables municipales que aplique por fin un filtro que impida la instalación de puestos que no respeten el espíritu original de esta iniciativa, que nació como un proyecto de venta de proximidad con venta de artículos de segunda mano, excedentes de huertas domésticas y artesanía. Por ahora, el Ayuntamiento no les dice ni que sí, ni que no.

El mercado que se celebraba desde hace nueve años en el Parque dos Condes todos los domingos se fue con la declaración del estado de alarma a mediados de marzo, igual que las ferias y cualquier otro certamen de venta callejera. Pero la primera semana de mayo las autoridades sanitarias dieron vía libre a los ayuntamientos para volver a autorizarlos. El de Monforte lo aprovechó de inmediato y ese mes reactivó la feria del día 6, aunque debido fundamentalmente a la premura de tiempo con la que llegó el permiso solo asistieron dos vendedores.

Las dos ferias

Desde entonces, en el recinto del antiguo mercado ganadero de Monforte se celebran con mayor o menor concurrencia las ferias del 6 y el 24, pero no pasa lo mismo con el rastro de los domingos en el Parque dos Condes. Los vendedores habituales esperaron todo el mes de mayo, pero al ver que no había novedades un grupo de ellos decidió hace unos días entrevistarse con representantes del Gobierno local para pedirles expresamente autorización para volver al parque los domingos.

La reunión se celebró hace unos días y por el Ayuntamiento tomaron parte en ella la primera teniente de alcalde, Gloria Prada, y el concejal de Servizos Públicos, José Luis Losada. Los dos les explicaron a los vendedores que por ahora el mercadillo no se podrá celebrar. Según les explicaron, el secretario municipal está elaborando un informe para comprobar si el mercadillo es «viable» con las exigencias de distancia y limpieza que exige la situación actual.

Hace unas semanas, el alcalde José Tomé, había anticipado que aprovechará la ocasión para tratar de regularidad el mercado. En esa línea, los representantes de los vendedores que se reunieron estos días con los concejales llevaron su propia aportación de cara a esa posible regularización. Ellos están de acuerdo con que se acote lo que se puede vender y lo que no. Les parecería bien que se limitase el permiso para instalarse cada domingo en el parque, de manera que solo puedan hacerlo los que ofrezcan el tipo de producto con el que se puso en funcionamiento este mercado en el 2011. En su propuesta, mencionan de forma explícita la posibilidad de que el Ayuntamiento impida «la venta de productos nuevos o adquiridos para la venta minorista».

«Para la mayoría de nosotros, no entran en casa más ingresos que estos»

Cuando empezó hace nueve años, el mercadillo del parque estaba formado por puestos muy pequeños en los que abundaban todo tipo de artículos usados y manualidades hechas por los propios vendedores, junto con algo de productos de huerta. Con su éxito, el número de puestos fue creciendo y la oferta se hizo más diversa y también más profesional. No hay un colectivo organizado que represente a todos los vendedores que habitualmente se instalan allí los domingos por las mañanas. Los que fueron estos días a vender allí no los representan a todos. Sus propuestas dejan fuera a los que están más alejados del espíritu original del mercado.

En su reivindicación a favor de la vuelta, echan mano sobre todo de argumentos económicos. «Para una importante mayoría de quienes como nosotros instalan sus puestos en este mercadillo -explican estos vendedores- los que se hacen ahí son los únicos ingresos que entran en sus hogares y con esta crisis sanitaria la situación aún se agrava más». A su juicio, este mercadillo dominical no supone una amenaza para nadie, sino que «da vida a Monforte, tanto a la hostelería como a algunos pequeños comercios». Y se ha convertido, añaden, «en un punto de encuentro, tanto para los monfortinos como para los que vienen de fuera».

Los representantes de estos vendedores no creen que el Ayuntamiento deba exigirles figurar registrados como vendedores ambulantes o estar dados de alta como autónomos para poder ejercer esta actividad. «Si no hace falta para poner un puesto en la feria -afirman- tampoco debería hacer falta para este mercadillo».

El 75% de los puestos habituales

Después de la fase 3 y con toda Galicia en la nueva normalidad, las normas de la Xunta para la realización de mercadillos callejeros establecen que no se podrá superar el 75% de los puestos habituales y que la presencia de clientes tiene que estar también limitada.