Veinticuatro vehículos abandonados irán al desguace después de 20 años

Luis Díaz
LUIS DÍAZ MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

Coche abandonado en el estacionamiento de un hipermercado de Monforte, en una imagen de archivo
Coche abandonado en el estacionamiento de un hipermercado de Monforte, en una imagen de archivo CARLOS CORTÉS

El Ayuntamiento recurrió a una subasta para liberar el depósito de la calle Ourense

10 jun 2020 . Actualizado a las 18:27 h.

Los veinticuatro vehículos que fueron retirados de la vía pública en Monforte en el transcurso de los últimos veinte años irán próximamente al desguace. De su eliminación no se encargará el Ayuntamiento, sino la empresa que acaba de obtener la correspondiente subasta. «Non temos constancia de que se levara a cabo dende o Concello unha acción deste tipo en moito tempo», señala el alcalde, José Tomé. El contrato para la «destrucción y descontaminación» de los vehículos requisados recayó en la firma Desgru Monforte, por un precio de 1.470 euros.

El Ayuntamiento libera así de su depósito «un volume de vehículos importante» al que ahora se le da salida con vistas a su eliminación. Los vehículos retirados desde el 2000 en las calles de Monforte permanecían almacenados desde entonces en un depósito municipal situado en la calle Ourense. En el lote adjudicado a Desgru Monforte figuran, según la información municipal, veintidós turismos, una furgoneta y una motocicleta.

Material en desuso

«Liberamos do noso depósito de almacenaxe vinte e catro vehículos aos que hai que engadir, noutro lote que tamén adxudicamos por poxa, tres vehículos máis en desuso que eran propiedade do Concello», señala el alcalde. En esta segunda puja salieron a la venta dos motocicletas de la Policía Local y un vehículo todoterreno que emplearon en su momento las brigadas municipales de obras y parques. En este caso, la adjudicación fue por un precio de 212,85 euros ofertado por José Luis Armesto Castro.

A tenor de la subasta convocada por el Ayuntamiento, el porcentaje de vehículos abandonados en Monforte no resulta muy elevado. Tomando como referencia el material que irán ahora al desguace, la media sería de un par de ellos al año desde el 2000. Cabe señalar, no obstante, que en el 2003 hubo una subasta de este tipo que permitió dar salida a otra veintena de vehículos que permanecían en el depósito de la calle Ourense.

Una de las últimas denuncias vecinales por el abandono de vehículos en la vía pública tuvo como escenario el conjunto monumental de San Vicente. Un turismo permaneció estacionado en ese caso durante varias semanas al pie mismo de la Porta Nova, uno de los espacios más representativos del antiguo recinto amurallado.

La retirada de los vehículos abandonados en la vía pública se rige por una normativa que establece un plazo de un mes para activar ese proceso. A partir de ahí, la Policía Local remite una notificación al último propietario que consta para Tráfico. Quince días después, el Ayuntamiento está en condiciones de decretar la retirada. Si el vehículo obstaculiza una vía o plantea algún riesgo, se puede retirar de inmediato.

Otra puja para limpiar de chatarra las instalaciones de la antigua escuela taller

Las subastas de los vehículos abandonados en la vía pública y de los que formaban parte del parque móvil municipal no fueron las únicas que quedaron resueltas en los últimos días. El Ayuntamiento también dio cuenta este miércoles de las gestiones realizadas para desprenderse de la chatarra que en su mayoría estaba acumulada en las instalaciones de la antigua escuela taller, situadas en las proximidades del instituto A Pinguela.

El lote incluía además báscula que utilizó en su día el Ayuntamiento para el pesaje de materiales de desescombro y que actualmente permanecía almacenada en una nave de titularidad municipal del polígono industrial de O Reboredo. A este material hay que añadirle chatarra procedente de la sustitución de señales viarias deterioradas y de actuaciones realizadas por el servicio de repabraciones eléctricas.

Farolas dañadas que tuvieron que ser sustituidas en el Parque dos Condes
Farolas dañadas que tuvieron que ser sustituidas en el Parque dos Condes ROI FERNANDEZ

Entre este último material figuraban restos de farolas que tuvieron que ser sustituidas, 240 kilos de cable de cobre y otros 140 de cobre de aluminio.

Toda esta chatarra metálica salió a subasta y fue adjudicada a Gai Gallega Integral de Residuos, que ofertó los mejores precios por tonelada en cada uno de los casos. Según detalla el Ayuntamiento, pagó 120, 70 y 28 euros por tonelada, respectivamente, según el material.