Los seis institutos del sur de Lugo se preparan para esta efímera vuelta a las aulas
25 may 2020 . Actualizado a las 11:01 h.Los seis institutos de educación secundaria del sur de Lugo recuperan una pequeña parte de la actividad en las aulas que perdieron a mediados de marzo. Será una parte muy pequeña, porque solo pueden volver a clase los estudiantes de segundo de bachillerato, pero también porque una buena parte de ellos en realidad se van a quedar en casa. No es posible saber todavía cuántos, pero en algunos de los institutos de esta zona ya tienen claro que muy pocos de los que pueden volver van a hacerlo.
Lo tienen especialmente claro en el instituto monfortino Daviña Rey. Como la mayoría de los demás institutos, los profesores de segundo de BAC pidieron a cada uno de sus alumnos que les dijesen si tenían intención de acudir este lunes al centro para recibir clases presenciales. Estos sondeos sirven para que los responsables de cada centro tengan una idea de cómo van a tener que acondicionar sus clases para garantizar que haya distancia suficiente entre los estudiantes. En el IES Daviña Rey tienen matriculados 35 alumnos en segundo de BAC. No cuentan con que el lunes se presenten en sus clases más que diez.
Ocho de cuarenta
En el extremo contrario estará el instituto Río Cabe, también en Monforte. En su sondeo previo, solo ocho de sus cuarenta estudiantes de BAC tienen pensado no acudir a estos últimos días de clases presenciales de este anómalo curso escolar.
En el sur de Lugo hay media docena de institutos. Tres están en Monforte, dos en Chantada y el sexto en Quiroga. Entre todos suman 105 estudiantes de segundo de BAC. El 49% de esos alumnos han manifestado a sus profesores que van a estar en clase este lunes. El 22% les han dicho que no lo harán. El 29% restante no se ha pronunciado porque sus institutos no les han preguntado.
Isaac González es director del instituto Daviña Rey, uno de los que tendrán sus clases de segundo de BAC más vacías entre el lunes y final de curso. Asegura que se trata de una situación muy común en el conjunto de la provincia de Lugo y dice entender las razones de los alumnos que no irán. «A verdade é que agardábamos unha resposta así -explica- porque temos as clases a distancia ben organizadas, con horarios predeterminados para que os estudantes saiban sempre a que hora é cada clase e todos os rapaces dispoñen de conexión nas súas casas». Es decir, que los estudiantes de este instituto están adaptados a las clases telemáticas y no ven que les merezca la pena volver para solo unos días de clase.
Por su parte, en el instituto Río Cabe admiten estar sorprendidos porque sean tantos los estudiantes que tienen intención de presentarse en clase. Su director, Carlos Parada, cree que es difícil hacer vaticinios en una situación como esta, con tanta gente asustada. Al contrario que su colega del Daviña Rey, Parada explica que la aplicación de las clases a través de Internet generó muchos problemas que el centro ha tenido que ir solucionando.
El otro instituto de Monforte, el de A Pinguela, es de los que no ha hecho sondeo previo. Tampoco saben cuántos alumnos se reincorporan a clase en el IES Lama das Quendas, en Chantada. Sí en el otro instituto chantadino, el Val do Asma, donde piensan volver trece de sus quince estudiantes de segundo de BAC. Los otros dos, explican en el centro, no vuelven porque el transporte escolar no funciona y lo necesitan. Finalmente, en el instituto de Quiroga, donde tienen quince alumnos en ese nivel educativo, no han consultado.
Menos pupitres por aula, geles de limpieza y circuitos para que no haya aglomeraciones
Todos los institutos se han ido preparando en los últimos días para reactivar las clases de segundo de BAC con garantías. Hasta el sábado no recibieron una circular de la Consellería de Educación con instrucciones detalladas a tener en cuenta para esta vuelta parcial a la actividad académica presencial en pleno estado de alerta sanitaria. «Fomos facendo as cousas aplicando o sentido común e mirando o que ían publicando os medios de comunicación», asegura uno de los directores consultados.
El instituto de Quiroga, uno de los que no han hecho consulta previa entre sus alumnos para saber con cuántos se van a encontrar en clase este lunes, han decidido habilitar para los que vayan una clase especia. Es el aula de audiovisuales, más grande que las demás. Allí cabrán con suficiente distancia entre ellos incluso en el caso de que los catorce que están matriculados en ese curso decidan volver a clase.
En el instituto chantadino Val do Asma, la subdirectora Gloria López García, explica que si en las asignaturas troncales resulta que hay demasiados alumnos en clase, entonces los pasarán al salón de actos, más espacioso. También en Chantada, en el Lama das Quendas, optarán por dividir la única clase de segundo de BAC en dos aulas distintas. Eso siempre que el número de alumnos que acudan sea tan alto que no puedan estar todos juntos en una sola clase sin la distancia precisa.
Escaleras distintas
Durante los últimos días, los responsables de los institutos han sacado pupitres de las aula que van a utilizar los estudiantes que vayan a clase a partir del lunes. Se trata en todos los casos de que sus mesas estén a dos metros de distancia unas de otras. Además, habrá dispensadores de geles de agua y alcohol en las aulas y también en las zonas comunes y circuitos señalizados para que no se formen apelotonamientos de alumnos en las entradas y salidas y en los cambios de clase.
El director del instituto monfortino A Pinguela, Enrique Sampil, explica por ejemplo que a partir del lunes solo se podrá subir a clase por la escalera más próxima a la entrada. La salida se hará únicamente por la otra, la situada junto a la fachada sur del edificio.