Ribeira Sacra aguarda superar en agosto la ocupación media estatal

LEMOS

Comedor de una casa de turismo rural, en una imagen de archivo
Comedor de una casa de turismo rural, en una imagen de archivo ALBERTO LÓPEZ

La amplitud y dispersión del territorio puede jugar a su favor frente a otros destinos turísticos

03 may 2020 . Actualizado a las 18:04 h.

La desescalada está en marcha y el sector del turismo comienza a hacer cábalas sobre la nueva normalidad que dejará a su paso el coronavirus. En lo concerniente a la actividad empresarial, los detalles concretos sobre las diferentes fases con las que irá quedando atrás el confinamiento inicial se concretarán en las próximas semanas a golpe de publicaciones en el BOE. A la espera de que se definan con mayor claridad las directrices del Gobierno, las casas rurales de la Ribeira Sacra ponen sus miras en agosto. Y lo hacen con moderado optimismo. Con vistas a ese mes, aguardan superar la ocupación media que se espera para entonces a nivel estatal y que se sitúa en el 15%.

La previsión en lo relativo a la Ribeira Sacra figura en la encuesta que llevó a cabo el consorcio de turismo en pleno estado de alarma entre los profesionales del sector. El sondeo se realizó entre los días 14 y 19 del pasado mes de abril, antes de que el Gobierno desvelase el primer boceto del plan de desescalada. El punto de partida en ese apartado de la encuesta era que sería agosto «o mes no que se reiniciará a actividade turística con ocupacións medias do 15% a nivel nacional».

Según la información facilitada por el consorcio de turismo, un 64,6% de los propietarios de alojamientos rurales que participaron en el sondeo dan por sentado que se superará la ocupación media estatal. El 16,9% de los encuestados creen, por el contrario, que no habrá esa demanda de plazas, mientras que un 18,5% prefirió dejar sin responder esa pregunta del cuestionario que le fue remitido por el consorcio.

El golpe de la crisis sanitaria no está siendo fácil de encajar para el pujante sector del turismo rural en la Ribeira Sacra. La inactividad motivada por la pandemia llega en un momento especialmente complicado, cuando se esperaba que la Semana Santa compensase el balance negativo de un arranque del año de bajos ingresos. El cierre frustra además las expectativas de este territorio en el preciso momento en que la Unesco aceptó su candidatura para obtener la declaración de Patrimonio de la Humanidad.

«La situación es difícil en todas partes, pero mi impresión es que la Ribeira Sacra le irá mejor que a otros destinos. El que se lo pueda permitir no va a ir a las playas, a sitios que tienden a masificarse. La Ribeira Sacra ofrece amplitud y eso es algo que se valorará mucho», opina el propietario de una bodega.

De acuerdo con las estadísticas oficiales, la Ribeira Sacra fue visitada durante el pasado año por cerca de 150.000 personas. Una cifra ligeramente inferior a la del 2018, que fue en general flojo para el turismo en Galicia pero bueno en la Ribeira Sacra. El 15% de ocupación que se prevé a nivel estatal para agosto supone, en todo caso, un giro radical en una zona que a finales del pasado año preveía completar más del 80% de las plazas disponibles en las casas rurales en los puentes festivos.

Para la inmensa mayoría del sector, la promoción con vistas al día después resultará determinante en el comportamiento de los visitantes en los próximos meses. El problema a la hora de diseñar estrategias está en la indefinición sobre el cómo y el cuándo se volverá a la actividad en los negocios turísticos. Lo único cierto por ahora, apuntan desde la asociación de casas rurales, es que la recuperación «será a longo prazo».