Los dueños de locales comerciales se resisten a bajar los alquileres

Luis Díaz
luis díaz MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

Galeria comercial con la verja de entrada bajada en la calle Cardenal
Galeria comercial con la verja de entrada bajada en la calle Cardenal ALBERTO LOPEZ

Solo quince de los 150 socios del CCU consiguieron rebajas o aplazamientos

22 abr 2020 . Actualizado a las 19:50 h.

El llamamiento del Centro comercial Urbano para que los titulares de los establecimientos asociados negocien con los propietarios rebajas en el precio de los alquileres no está encontrando demasiado eco en Monforte La invitación se produjo coincidiendo con la decisión del Gobierno de decretar el estado de alarma para hacer frente a la propagación del coronavirus. La directiva del CCU apelaba a la sensibilidad de los dueños de los locales para atenuar el impacto económico del cierre de los negocios por la crisis sanitaria. Transcurrido más de un mes, solo quince de los 150 socios consiguieron algún tipo de revisión a la baja del contrato de alquiler.

El comunicado que hizo pública la asociación el 18 de marzo llamaba a la solidaridad de los propietarios en vista de la merma de ingresos que supondrá para el comercio el cierre derivado de la alerta sanitaria. Pero la asociación también dejaba claro, por otro lado, que su llamamiento suponía un ejercicio de realismo. Los dueños de los locales, señalaba, «corren el riesgo de no cobrar en un contexto excepcional en el que los procedimientos de desahucio permanecerán suspendidos».

Lo que postula el CCU es una renegociación de los contratos para rebajar el precio o paralizar el pago de los alquileres mientras se prolongue la inactividad del comercio. «Nadie obliga al arrendador a rebajar temporalmente la renta de un contrato en vigor, pero desde esta asociación instamos a su solidaridad en tiempos difíciles para todos», apunta la directiva.

La asociación solicitó a sus socios -mayoritariamente son comercios, aunque también hay desde bares a gestorías- que le informasen de aquellos casos en los que los dueños de los locales se presten a negociar los alquileres. Según los datos que baraja el CCU, por ahora solo en quince casos se alcanzaron acuerdos para rebajar al menos momentáneamente el importe de los contratos de alquiler. Hablamos de una asociación que en la actualidad engloba a un total de 150 establecimientos de Monforte.

«Esos son los casos de los que tenemos constancia en la asociación. Puede haber alguno más del que no se nos avisase», precisa el gerente del CCU, Ángel Folgueira. «Lo que hicimos -añade- fue recomendar a los socios que, en la medida de lo posible, nos hiciesen llegar los resultados de las negociaciones con resultados positivos. Pensamos que esa información puede servir de acicate para conseguir nuevos acuerdos, que al final son beneficiosos para las dos partes».

Por su parte, la delegación de la asociación provincial de empresarios de hostelería realizó una encuesta en Monforte para disponer de datos sobre el precio que pagan por el alquiler de los locales con vistas a las negociaciones que se llevan a cabo desde la federación estatal.

Hasta dos mil euros al mes en la calle Cardenal, donde se dan los precios más altos

El precio del alquiler de los locales comerciales está condicionado por múltiples factores. La mayor o menor importancia que supongan esos ingresos para el arrendatario es, según las fuentes consultadas, el más importante de todos. «Si necesitan ese dinero, es más fácil negociar y llegar a algún acuerdo. Lo malo es cuando les da igual alquilar o no, porque te pueden pedir cantidades que aquí es imposible pagar», explica un comerciante.

Esta es una de las razones por las que muchos bajos céntricos permanecen sin ocupar durante años, pese a que el cartel de alguna inmobiliaria indica su disponibilidad para venta o alquiler. «Cuando llegué a Monforte me llamó la atención lo mucho que se pagaba por los locales en algunos casos. Es un gasto fijo que condiciona la viabilidad de un negocio, y más todavía en las circunstancias actuales», dice el gerente del CCU.

Hay precedentes

A raíz del cierre motivado por la alarma sanitaria, algunos comerciantes sugirieron la conveniencia de constituir una plataforma para conseguir la revisión de los alquileres de los locales Pero esta fórmula no llegó a cuajar y las negociaciones de los contratos se llevan a cabo desde entonces de forma individual. «Cada casero es un mundo», dice un socio del CCU. Los precios más elevados se pagan en la calle Cardenal, donde pueden rondar los dos mil euros al mes. La anterior crisis económica propició que algunos propietarios accediesen a revisar los alquileres.