Vecinos voluntarios
Los responsables de la empresa tienen ya ofrecimiento de vecinos dispuestos a colaborar con ellos en los pasos de la elaboración de las mascarillas que no requieran formación técnica. «Para el corte de la tela y el cosido hay que saber usar la maquinaria, pero hay dos pasos más, la colocación de las piezas metálicas que permiten ajustar la mascarilla a la nariz y el remate final con el corte de los hilos que sobresalen que puede hacer prácticamente cualquiera», explica Gonzalo Losal, el hijo.
Ni la empresa ni ninguno de los voluntarios que estos días pasarán por la fábrica cobrarán nada por este trabajo. «Teníamos -explica Gonzalo Losal- las instalaciones paradas y tenemos gente y material para hacerlo, así que decidimos poner nuestro grano de arena para ayudar a superar esta situación tan complicada».