El cierre llegó al sector en mitad de los preparativos de la Semana Santa
30 mar 2020 . Actualizado a las 19:00 h.En vísperas de Semana Santa, el sector turístico de la Ribeira Sacra debería estar preparándose para diez día de actividad frenética. La vuelta al 100% de las rutas fluviales, la Festa Medieval en Monforte, los paisajes de primavera... Pero no está pasando nada pareceido a eso. Para los
negocios que dependen del turismo en este territorio esta crisis sanitaria ha estallado en un momento pésimo, tras los peores meses del invierno y en vísperas de una de las mejores épocas del año para el turismo interior. Nadie en el sector se atreve a hablar de un repliegue permanente, de posibiles cierres. En el consorcio de turismo, por ejemplo, quieren ser optimistas y trabajan en iniciativas para cuando todo esto pase.
Y eso que también al propio consorcio le ha tocado de lleno el parón. Esta entidad tenía que haber aprobado sus presupuestos para este año en un pleno que tuvo que ser suspendido después de entrasen en vigor las restricciones del estado de alerta. Sin presupuesto para este 2020 y sin que sus responsables hayan recibido la respuesta a las solicitudes de subvenciones públicas a las que optan este año, en el consorcio buscan de todas formas alternativas para después del parón. «Dende esta semana -explica Alexandrra Seara, la gerente del consorcio- estamos a traballar en varias propostas para o ‘día despois’».
En el consorcio esperan poder anunciar estas propuestas en los próximos días. Mientras tanto, han puesto en marcha un servicio de asesoría sobre cuestiones laborales y fiscales. Alexandra Seara puntualiza que no llevan a cabo trámites para ningún caso particular, peo sí que ayudan «na medida do posible na inetrpretación das normativas que saíron que seguirán saíndo nos últimos días».
En la misma línea del consorcio de turismo, en la asociación provincial de empresarios de hostelería quieren ser optimistas y mirar más allá del periodo de confinamiento. «Seguro que en cuanto se termine la alerta todo se recuperará y ojalá que este sea un buen verano», dice Beatriz Vila, de la delegación monfortina de esa asociación de hosteleros. En cualquier caso, ella reconoce que la situación es muy difícil. «Estábamos pasando el invierno y ahora era el momento empezar a levantar cabeza», apunta. El sector hostelero en Monforte y en el conjunto de la Ribeira Sacra, recuerda Beatriz Vila, está formado en su gran mayoría por negocios pequeños, sin recursos para resistir un cierre prolongado. «En este sentido, todo esto es un palo importante», admite.
También lo es para las casas de turismo rural. Buena parte del sector directamente cierra en enero y febrero, para reabrir en marzo con la primavera y la Semana Santa. «O que vai pasar despois disto é imprevisible», dice Francisco Almuíña, presidente de la asociación de casas de turismo rural de la Ribeira Sacra cuando se le pregunta si teme que todo esto pueda abocar al cierre a una parte del sector.
A la espera de ver cuánto tiempo más se va a prolongar el estado de alarma, propietarios de casas de turismo rural integrados en esta asociación se están coordinando para mantener presencia en redes y en medios de comunicación. Su primera iniciativa es la elaboración y difusión de un vídeo con el lema «eu quedo na casa». En los próximos días irán llegando más. De cara al futuro, en el sector meditan de qué manera pueden recuperar terreno cuando las cosas vuelvan a la normalidad. «Temos diante de nós -argumenta Francisco Almuíña- un territorio que nos vén dicindo desde hai séculos que é un espazo para a tranquilidade, a reflexión e o contacto coa natureza, ideal para un tipo de turismo consciente, responsable e sostible, que oxalá saia reforzado de todo isto».