La Xunta ultima un equipo para resolver posibles conflictos con osos

Francisco Albo
francisco albo QUIROGA / LA VOZ

LEMOS

Miembros de una patrulla de la Fundación Oso Pardo que a principios de la década del 2010 realizó seguimientos continuados de la presencia de esta especie protegida en las montañas lucenses
Miembros de una patrulla de la Fundación Oso Pardo que a principios de la década del 2010 realizó seguimientos continuados de la presencia de esta especie protegida en las montañas lucenses FUNDACION OSO PARDO

Un grupo de especialistas en ejemplares problemáticos actuará en las sierras lucenses

13 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El plan Life Oso Courel terminará a finales de este año y durante los próximos meses seguirán desarrollándose y completándose las acciones en favor de la conservación de esta especie que se fueron poniendo en marcha desde que comenzó el proyecto, en el 2017. Una de ellas consiste en la formación de un equipo que se encargará de gestionar las situaciones conflictivas que pueda causar la presencia del oso pardo en este territorio, siguiendo el modelo de otros grupos similares que operan desde hace años en las zonas oseras de Asturias, León y Cantabria.

La creación de este equipo de intervención corre a cargo de la Consellería de Medio Ambiente, que aún no ha precisado cuándo podrá entrar en funcionamiento. Según una información que fue divulgada recientemente por el propio Gobierno autonómico en la revista Quercus, especializada en cuestiones medioambientales, este equipo actuará en casos como la aparición de un individuo herido, de crías abandonadas o de osos habituados a la presencia humana, entre otros. Para tratar con ejemplares problemáticos -señalan las mismas fuentes-, se utilizará el llamado condicionamiento aversivo, con técnicas de disuasión persistente y continuada capaces de corregir estos comportamientos sin causar daño al animal. Si es necesario también se podrán realizar capturas, marcajes y seguimientos por radio.

El equipo de intervención se encargará asimismo de actuar en posibles situaciones de riesgo para los osos, como el furtivismo, el uso de cebos envenenados o el deterioro del hábitat. En todas estas actuaciones, el objetivo fundamental -según precisa la Xunta- será «garantizar la seguridad de las personas y la propia conservación de la especie».

Desbroce de áreas de caza

Por otro lado, las demás entidades que participan en el plan Life -la Fundación Oso Pardo (FOP) y la Asociación Galega de Custodia do Territorio- están terminando actualmente otra intervención dirigida a evitar problemas con estos animales. Consiste en limpiar de maleza las áreas cinegéticas para mejorar su visibilidad y reducir el riesgo de que los cazadores confundan a los osos con los jabalíes. Según explica Fernando Ballesteros, biólogo de la FOP, esta iniciativa «está funcionando incluso mejor de lo esperado». En principio -añade- se contaba con desbrozar un centenar de puestos de caza y a día de hoy ya se pudieron limpiar 126 lugares, cubriendo en total una superficie de cerca de cuarenta hectáreas. «La actuación fue muy bien recibida tanto por los cazadores como por las comunidades de montes y la colaboración con ellos ha sido fundamental para localizar todos estos lugares», dice Ballesteros. Además de prevenir accidentes de caza con los osos -agrega-, estas operaciones reducen el riesgo de incendios y ayudan a recuperar caminos invadidos por la maleza.

En estas operaciones, los responsables del plan Life han colaborado con siete tecores. Los trabajos fueron realizados por trabajadores de cuatro empresas radicadas en los municipios donde se desarrolla el plan. «En vista de los buenos resultados, ahora estudiamos la posibilidad de realizar otra campaña de desbroces en otoño, porque hay otros tecores que aún no participaron en estas intervenciones pero están interesados en hacerlo», señala Ballesteros. Una vez finalice el plan, se buscarán fórmulas para dar continuidad en el tiempo a estos trabajos de limpieza de los puestos de caza.