A la calle Cardenal empieza a vérsele el nuevo pavimento

Carlos Cortés
carlos cortés MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

Colocación, este jueves por la mañana, de las primeras piezas del nuevo pavimento de la calle Cardenal
Colocación, este jueves por la mañana, de las primeras piezas del nuevo pavimento de la calle Cardenal CARLOS CORTÉS

Después de once días de obras en el centro de Monforte

06 feb 2020 . Actualizado a las 19:22 h.

La calle Cardenal ya empieza a tener nuevo pavimento. Por ahora, son solo las primeras losas de granito del tramo final de la calle, en la confluencia con la plaza de España, instaladas este jueves por el personal de la empresa que lleva a cabo las obras. Los trabajos llevan once días en marcha y en el Ayuntamiento esperan que todo esté terminado a tiempo para la Semana Santa.

Las obras empezaron el 27 de enero en el tramo estrecho del Cardenal. En estos once primeros días, los operarios de la empresa que se encarga de llevar a cabo el proyecto por encargo del Ayuntamiento levantaron todas las losas de granito del pavimento de este tramo de calle. Después abrieron zanjas para instalar las conducciones que en el futuro permitirán eliminar el cableado eléctrico que ahora va a la vista entre los edificios de la calle. Este jueves por la mañana, las conducciones subterráneas quedaron de nuevo tapadas con cemento en la parte de la calle más próxima a la plaza de España y los trabajadores empezaron a colocar las piezas de granito del nuevo pavimento.

Mientras unos obreros hacen este trabajo, otros van haciendo avanzar la zona de obras calle abajo. La retirada del pavimento llegó a principios de esta semana en la zona en la que empieza el tramo ancho de la calle. La semana pasada fueron desmontadas las mamparas de las terrazas y los cuatro establecimientos de hostelería de esta calle tuvieron que retirar las mesas y sillas de la calle, o dejar solo una fila pegada a la fachada, según los casos. Este jueves por la tarde ya habían sido retiradas las losas del suelo de la parte derecha en un tramo de unos veinte metros. La empresa constructora y el Ayuntamiento anunciaron en su momento que en el tramo ancho del Cardenal trabajarían primero en un lado de la calle y después en el otro, para evitar levantarlo todo a la vez y reducir así las molestias a transeúntes y comerciantes.

Ni peatones ni clientes

Estos primeros once días de trabajo en el tramo estrecho del Cardenal redujeron drásticamente el tránsito de peatones, y también el de clientes a los establecimientos comerciales situados en esta zona. En función de la marcha de las obras, la calle estuvo buena parte del tiempo cortada por completo en su unión con la plaza de España. Los obreros solo permitían el paso a los residentes o a quienes iban a trabajar o a comprar en algunos de los comercios. Los propietarios de los locales comerciales ven con alivio que empiece la colocación del nuevo pavimento, porque eso parece anticipar una pronta vuelta a la normalidad, por lo menos en esta parte del Cardenal.

Las obras de reforma del tramo peatonal de la calle Cardenal fueron adjudicadas a finales del año pasado a la empresa Ovisa, que ganó la adjudicación a cambio de un precio de 280.720 euros. El plazo para llevar a cabo los trabajos es de ocho semanas, lo suficiente para que la calle recupere la normalidad a tiempo para la llegada de turistas en Semana Santa y para la celebración de la Feira Medieval. En esas ocho semanas, la empresa constructora tendrá que retirar del suelo unas 5.000 piezas de granito para renovar el firme por completo. En las inspecciones previas, los técnicos llegaron a la conclusión de que solo se podrían aprovechar para el nuevo pavimento aproximadamente la mitad de las piezas instaladas hace veinte años, cuando la calle fue peatonalizada tras una reforma integral.

Los sacrificios certificados en Lugo acabaron con los viejos problemas de suministro

La carne que se despacha en los supermercados halal no tiene ninguna preparación especial. Se trata simplemente de carne procedente de animales como ternera, cordero o pollo -nunca cerdo- que hayan sido sacrificados mediante el rito halal, que dispone que el animal debe ser degollado y desangrado por completo.

Hasta hace relativamente poco, las carnicerías musulmanas de Galicia tenían que abastecerse de esta clase de carne en Zamora, porque ningún matadero de aquí disponía del certificado halal. Los dos primeros establecimientos de este tipo de Monforte no tienen ese problema, porque el matadero de Lugo ya ofrece este tipo de sacrificios.

Igual que ocurre en Monforte, tampoco en el conjunto de Galicia tiene mucha historia este tipo de carnicerías, porque la primera no abrió hasta el año 2007. La escasez de este tipo de negocios tiene que ver con el poco peso demográfico que tradicionalmente tenía la población de origen magrebí o de otras regiones de mayoría musulmana en el conjunto de la inmigración en Galicia.

La mayoría de los inmigrantes instalados en Monforte son todavía hoy sudamericanos, aunque la población procedente del norte de África ha ido ganando peso en los últimos años.